En un principio, el empleador alegaba que no pagaría indemnización a la familia porque había muerto en circunstancias no relacionadas con el objeto del viaje.
No obstante, una corte francesa sentenció que un empleado que viaje por orden de su empresa debe estar protegido por la misma, publica el portal Quartz, al tiempo que desestimó los “prejuicios” de los abogados de la firma respecto de que el fallecido “ni siquiera estaba en el hotel asignado por la compañía durante el encuentro (sexual), (…) una relación adúltera y con una completa extraña”.
La corte no solo desestimó lo de la infidelidad, sino que se ratificó en que así un empleado tenga un accidente en horas no laborales (durante un viaje), lo que le suceda sigue siendo responsabilidad de su empleador.
Este caso de muerte por ataque cardiaco durante el acto sexual es de 2013, pero hasta ahora una corte de París se pronunció al respecto. El juez explicó que tener sexo es algo inherente al ser humano, como bañarse o comer, y que en este caso la actividad sexual del fallecido no estaba interfiriendo con el objeto de su viaje, por lo cual no exime a la compañía de su responsabilidad.
La decisión de la corte parisina contrasta con casos similares en Estados Unidos, en los cuales las empresas han resultado ganadoras, pues la ley dice que cuando el empleado se accidenta en actividades puramente personales, dicho suceso deja de ser responsabilidad del empleador, concluye Quartz.
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