Uno de los oficios más peligrosos
Los activista y expertos están poniendo en tela de juicio la seguridad de los trabajadores de la construcción en Nueva York, además, un estudio revela que los hispanos tienen el mayor porcentaje de accidentes de trabajo en ese sector de la ‘gran manzana’.
¿Qué opinas sobre la situación de los hispanos que se dedican a la construcción?
En Nueva York, anualmente 75 trabajadores de construcción mueren por accidentes, una cifra que a nivel nacional supera los 4 mil, reportó Blanca Rosa Vílchez a Univision.
El 41 por ciento de los trabajadores de construcción en Nueva York son latinos; sin embargo, cuando se habla de accidentes, significan el 74% de los muertos, una estadística que en sí refleja la magnitud del problema.
Líderes comunitarios exigen soluciones
En el mismo lugar en el que un trabajador de construcción fue la última víctima mortal de un accidente, la organización que realizó el estudio y líderes comunitarios discutieron los grandes riesgos a los que se exponen diariamente estos trabajadores.
“Había momentos en que el jefe le decía que tenía que subir a una determinada altura y él no estaba acostumbrado a eso y tenía que hacerlo porque eran órdenes del jefe”, aseguró Elsa Ramos, madre de un trabajador.
Una multa para los contratistas no supera los 2 mil dólares y la muerte de un trabajador los 12 mil, además se presentó un proyecto para eliminar lo que se conoce como la “ley del andamio”.
Muchos casos no se denuncian
“Quieren hacer ese cambio para que los trabajadores no puedan seguir juicio contra una compañía de construcción aunque haya violaciones, nosotros tenemos que seguir previniendo que se haga ese cambio”, mencionó Francisco Moya, asambleísta.
Sin embargo, muchos casos ni siquiera se reportan por temor de los trabajadores.
“Ya me hicieron cirugía de la nuca en 2010 y me hicieron cirugía de la espalda en diciembre de 2012, todavía tengo dolor, ese dolor lo voy a tener toda mi vida”, afirmó Pedro Corchado, trabajador accidentado.
Otro caso es el de Francisco, quien no ha vuelto a trabajar desde que se cayó de una altura de 11 pies, la compañía para la que trabajaba dice que le dio sólo horas de entrenamiento.