Después de la muerte de tres operarios, la UOCRA aseguró que la situación sigue complicada, aunque en breve llegarán inspectores del ministerio de Trabajo para controlar 200 denuncias.
A partir de su trabajo de inspección y concientización, la participación de la Municipalidad y del ministerio de Trabajo de la Provincia, desde la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) se advirtió una leve mejoría en las condiciones de seguridad implementadas en las obras que se están llevando a cabo en la ciudad, aunque la situación sigue siendo «complicada».
El balance fue suministrado por el secretario de Finanzas del gremio, Oscar Destéfano, quien volvió a referirse a la problemática tras la marcha céntrica que realizaron el 19 de septiembre pasado, para reclamar medidas tendientes a mejorar la seguridad en las obras, luego de la muerte de tres obreros por sendos accidentes de trabajo.
En esa oportunidad, además de cuestionar a los empresarios, ingenieros y arquitectos que supuestamente no respetaban las normas vigentes, amenazaron con parar aquellas construcciones que se encuentren en situación irregular, acción que, según comentó Destéfano, llevaron a cabo varias veces desde entonces.
«Ni la Municipalidad ni el ministerio de Trabajo tienen suficientes inspectores para controlar todas las obras. Por ello, nosotros los llevamos a cabo, cuando la idea era hacer los operativos en conjunto. Esto lo seguiremos haciendo», explicó el dirigente.
Sin embargo, durante la movilización, los directivos del sindicato habían expresado que los delegados no son «policías laborales» y que las facultades de control, inspección y sanción les corresponden a diversos organismos oficiales.
No obstante, consideraron que «todos las instituciones vinculadas con la construcción, como la UOCRA, los colegios de profesionales, las empresas y el Estado, tienen responsabilidades ante la situación de los trabajadores».
Inspección masiva.
Destéfano anticipó que en los próximos días llegará una delegación de inspectores del ministerio de Trabajo de la Provincia para realizar controles en las «200 denuncias» radicadas en esa cartera por deficiencias en materia de seguridad en distintas construcciones.
«El paso del tiempo hace que esas denuncias, que fueron planteadas como un riesgo latente, se transformen en casos de urgencia de alta peligrosidad», dijo el sindicalista.
Los trabajadores habían afirmado, durante la marcha de septiembre, que los responsables de los emprendimientos generan ahorros y no invierten en seguridad, a costa de la vida de los operarios.
En este sentido, Destéfano comentó que en el centro de la ciudad se observa una mayor preocupación por parte de los inversionistas en cumplir con las exigencias normadas.
«A partir de las acciones sindicales que realizamos en las obras, muchos empresarios fueron adoptando algunas medidas de seguridad. Esto se expandió porque los constructores hablan entre ellos y saben qué cosas tienen que cumplir, pero más allá de los casos en que se implementaron mejoras, es cierto que los inescrupulosos siguen», finalizó.