Inspección afirma que se ha «imposibilitado continuar la investigación» por la muerte del trabajador. La CIG exige «una sanción ejemplar»
Un accidente durante el desmontaje de una grúa en las obras del puerto exterior causó el 14 de octubre el fallecimiento de un trabajador de 34 años. Inspección de Trabajo inició una investigación, durante la que constató que la subcontrata encargada de la desinstalación había reanudado los trabajos sin autorización y, con ello, «impedido» completar sus averiguaciones sobre el siniestro mortal
ANA RODRÍGUEZ | A CORUÑA La Inspección de Trabajo descubrió, el 15 de noviembre, que el desmontaje de la grúa en la que falleció un operario del puerto exterior en el mes de octubre se reinició sin los pertinentes permisos, «imposibilitando con ello la continuidad de la investigación» del accidente. La Autoridad Portuaria se abstiene de comentar el hecho y advierte de que en estos momentos ya se cuentan con las autorizaciones necesarias para los trabajos. El sindicato CIG reclama al Puerto que depure responsabilidades y entiende que esta actuación debe tener «una sanción ejemplar».
Durante el proceso de investigación sobre el siniestro, Inspección de Trabajo y técnicos del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral constataron, en una de sus visitas a las obras, que se había iniciado el proceso para desmontar la estructura: «se comprueba el incumplimiento del requerimiento de suspensión de realización de los trabajos». Las labores estaban siendo ejecutadas por una empresa subcontratada por Grúas Usabiaga, a su vez subcontrata de la UTE de Langosteira.
En el informe, Inspección explica que había demandado la suspensión de los trabajos con un doble motivo. El primero, «la adopción de medidas de seguridad ante los riesgos existentes». Y segundo, «servir de complemento a la investigación cuando se reiniciaran los mismos». Los técnicos del organismo tenían la intención de completar sus averiguaciones con los datos obtenidos de la extracción del último bulón de la grúa, ya que el siniestro tuvo lugar en el momento en el que se procedía a acometer esta tarea.
«Se habían reanudado los trabajos, sin autorización, habiéndose procedido a la extracción de este último bulón, incumpliendo con ello, no solo el requerimiento de seguridad, sino impidiendo, al haber hecho caso omiso, la orden de no reanudación de la actividad, imposibilitando con ello la continuidad de la investigación», señala en su informe la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social.
El mismo documento relata que, después de que la empresa presentase una serie de explicaciones sobre el procedimiento, se permite reanudar los trabajos de desmontaje de la grúa móvil. Eso sí, «sin perjuicio de lo expuesto y de las actuaciones que procedan ante el incumplimiento de dicho requerimiento y ante las consecuencias que el mismo haya podido tener en la continuidad de la investigación del accidente de trabajo».
Los responsables de la Autoridad Portuaria han optado por no comentar el informe de Inspección y solo declaran que en la actualidad ya se trabaja con los permisos pertinentes. El secretario de la Unión Comarcal de CIG en A Coruña, Paulo Carril, que ha denunciado públicamente el caso, reprocha las decisiones «irresponsables y negligentes» adoptadas por la UTE Langosteira, las empresas subcontratadas y el Puerto.
El sindicato entiende que esta actuación «debería tener una sanción ejemplar al obstaculizar de forma premeditada las labores de investigación y eliminar posibles pruebas para esclarecer lo sucedido el día del accidente y, por tanto, las responsabilidades del mismo». La central exige a la Autoridad Portuaria que esclarezca «si era conocedora de esta decisión» y, en este caso, «por qué permitió una actuación tan grave que dinamita la investigación llevada a cabo por otra administración».
A la espera de la que autoridad laboral concluya su informe, la CIG pide una actuación «contundente» por parte de la Inspección y de Fiscalía, con el objeto de depurar «todas y cada una de las responsabilidades por la muerte».