Los ensayos son efectuados en el Laboratorio de Potencia de la facultad de Ingeniería. Están destinadas a los operarios que se desempeñan en instalaciones de distribución eléctrica.
La facultad de Ingeniería de la UNLP lleva adelante las pruebas sobre un diseño de vestimenta que reduciría drásticamente los riesgos de electrocución para operarios que trabajan en instalación de generación y distribución de energía. Los ensayos son efectuados en el Laboratorio de Potencia de esa casa de estudios, y son un paso adelante en una investigación que antes sólo se hacía en el exterior.
Uno de los riesgos a los que se ven sometidos los trabajadores que desarrollan actividades en instalaciones de distribución de energía eléctrica es la exposición al arco eléctrico. El fenómeno puede describirse como «una chispa de grandes dimensiones» y de gran peligrosidad, debido a la importancia de la energía involucrada. Es por ello que los operarios deben utilizar una vestimenta especial.
Las pruebas de las prendas y de las telas destinadas para la confección de las mismas podían realizarse sólo en países como Estados Unidos, Canadá y en Europa. Pero, a partir de ahora, estos ensayos también comenzaron a desarrollarse en la UNLP.
Desde hace más de 30 años, el Laboratorio de Potencia del LEME (Laboratorio de Ensayos y Mediciones Eléctricas), trabaja en temas relacionados con grandes corrientes de cortocircuito. Y, gracias al esfuerzo realizado por sus profesionales y técnicos durante los últimos meses, realiza ensayos de telas y prendas cumpliendo con los requerimientos del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
Las pruebas de las prendas y de las telas destinadas para la confección de las mismas podían realizarse sólo en países como Estados Unidos, Canadá y en Europa. Pero, a partir de ahora, estos ensayos también comenzaron a desarrollarse en la UNLP.
Desde hace más de 30 años, el Laboratorio de Potencia del LEME (Laboratorio de Ensayos y Mediciones Eléctricas), trabaja en temas relacionados con grandes corrientes de cortocircuito. Y, gracias al esfuerzo realizado por sus profesionales y técnicos durante los últimos meses, realiza ensayos de telas y prendas cumpliendo con los requerimientos del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
El director del LEME, el ingeniero Ricardo Dias, explicó que siempre que se produce un arco eléctrico en una instalación es por la falla de algún equipo o por contactos accidentales (por ejemplo, debido a la caída de alguna herramienta).
En este contexto, la energía liberada puede incidir directamente sobre un operario que se encuentre desarrollando tareas en las proximidades de la falla. El fenómeno puede producir un intenso calor, y ondas sonoras y de presión de gran magnitud, siendo capaz de ocasionar quemaduras de importancia.
«Todo el personal que trabaja en esas condiciones debe tener indumentaria adecuada, no solamente casco, lentes, máscara, guantes y zapatos. La camisa, el pantalón y la campera deben estar confeccionados con telas que provean una adecuada protección en caso de quedar expuesto a un arco eléctrico», indicó Dias.
Por su parte, el subdirector del LEME, el ingeniero Carlos Arrojo, señaló que lo que se hace en el laboratorio es simular lo que pasaría cuando ocurre un arco eléctrico en una instalación eléctrica, y se exponen las telas o prendas a dichas condiciones. Este desarrollo puede ofrecerse a empresas nacionales o internacionales que quieran comercializar vestimenta o fabricar telas nuevas contra arco eléctrico. También comprobar si la calidad no se degrada con el tiempo.
Como en otras oportunidades, la Universidad es gestora de nuevas implementaciones tecnológicas, en este caso, en el ámbito del aseguramiento de la calidad, un servicio que se hace difícil en el plano privado debido al alto costo de inversión del equipamiento involucrado.
Por Redacción Diagonales
diagonalesweb@gmail.com