La primera hipótesis apunta como causa a una botella de gas propano que estaba en la cocina
Vecinos del inmueble de Alcalá de Henares en el que una mujer de 90 años ha muerto esta madrugada a consecuencia de una explosión de gas provocada por una fuga de una bombona de gas propano han indicado que la anciana tenía obsesión con el gas.
Algunos vecinos han manifestado que la mujer, Pepa, muy conocida en el barrio, no estaba en condiciones para vivir sola y han asegurado que algo así podía pasar en cualquier momento.
«Ayer estuvo todo el día esperando el gas en la parada del autobús. Te decía que no tenía gas y luego tenía tres botellas en casa. Desde hacía un año no estaba bien, se le había ido la cabeza», ha dicho a Efe José María, propietario del quiosco de prensa del barrio de El Chorrillo.
José María, que ayudaba a Pepa en algunas tareas diarias, ha señalado que su esposa la acompañaba aveces al médico «y estaba luchando para que le concedieran un servicio social de grado 2, ahora tenía solo el 1, y así podrían internarla».
«A eso ella se negaba, pero es que ya no le funcionaba la cabeza», ha comentado.
También Luisa, hija de una de las residentes del edificio, en el número 22 de la calle de Torrelaguna, que ha sufrido importantes daños materiales por la explosión, se ha referido a los problemas de salud de la anciana.
«Estaba todo el día con la estufa encendida, aún haciendo calor, y mucha gente del barrio sabía todo esto, porque Pepa era muy conocida», ha afirmado.
La madre de Luisa, de 85 años, que vive en el tercer piso del bloque siniestrado, ha contado que abandonó su vivienda a las 3 de la noche «muy asustada», tras escuchar la fuerte detonación procedente del primer piso, done vivía Pepa, que falleció poco después de ser trasladada al hospital Príncipe de Asturias.
Las 13 viviendas del edificio en que se ha registrado la explosión han sido desalojadas, así como otras seis del portal contiguo, el número 24, en el que han reventado también varios tabiques y forjados como consecuencia de la onda expansiva.
La vecinos de las 19 viviendas evacuadas se han trasladado a casas de parientes o conocidos, a excepción de dos familias que han aceptado la posibilidad de alojarse de forma temporal en un hostal que el Ayuntamiento les ha ofrecido, han informado a Efe fuentes municipales.
En uno de sus tramos, la calle Torrelaguna permanece cortada al tráfico desde esta mañana y con un dispositivo policial que impide la entrada a los edificios siniestrados hasta que los técnicos determinen si son seguros.
Para atender a los vecinos afectados, el Ayuntamiento ha abierto una oficina en la Junta del Distrito III, en la que podrán recibir la asistencia de una trabajadora social y de una psicóloga.