La afectada estaba realizando su práctica profesional en un taller mecánico, cuando tuvo el accidente.
Un grave accidente laboral sufrió Guisselle Espinoza, una joven de 18 años, mientras realizaba su práctica profesional en un taller de automóviles y operaba una máquina que le arrancó el pelo. La joven aún en shock exige que la empresa responda por los daños provocados.
«Estaba girando y se me enganchó la cola, y en lo que se me engancha la cola me tira…ahí tuve que hacer fuerza y tirarme para abajo y para atrás». De esta forma relata la víctima el accidente que habría durado solo dos segundos, pero que tres meses después recuerda como si fuera ayer.
La afectada estudió Mecánica Industrial en un liceo de Valparaíso, y llevaba pocos días en su práctica profesional cuando ocurrió el hecho, por lo que fue trasladada al Hospital Naval de Valparaíso.
Los dolores y las secuelas psicológicas y físicas son los costos de un accidente que se agregan a la respuesta que le dio la empresa Hernández Motores, su mayor molestia, quienes dijeron: que se había metido ahí de curiosa.