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Incendio en Lanús: preocupación de 500 empleados por su futuro


FUEGO INTERMINABLE.«5 LOS BOMBEROS, AYER, SEGUIAN APAGANDO FOCOS DE INCENDIO EN EL PREDIO DE LANUS OESTE.


El mapa del incendio

Escombros humeantes, hierros retorcidos y paredes negras dominaban ayer el paisaje de lo que quedó de la fábrica de pastas La Salteña, en Lanús Oeste. Mientras los bomberos seguían apagando los últimos focos del incendio que el martes destruyó casi el 80% de la planta, los 500 empleados mostraban preocupación e incertidumbre por su futuro laboral.

«Los directivos de la empresa dicen que nos van a pagar el sueldo hasta que volvamos a trabajar. Vamos a ver qué pasa», dijo José Luis Ramírez, operario del sector producción, mientras contemplaba las ruinas del edificio. Su compañero, Néstor Zacarías también estaba inquieto. Y no es para menos: tiene cinco hijos que mantener.

Los que tampoco estaban muy tranquilos eran los vecinos de la fábrica. Es que ayer, después de haber vuelto a sus viviendas tras una evacuación preventiva, habían visto poblarse al barrio de caras desconocidas. Muchos recolectores con sus carros esperaban las estructuras metálicas que una grúa removía de entre los escombros. «Queremos que la Policía siga con el operativo de seguridad aunque se apague el fuego, porque aquí hay mucha gente merodeando», reclamó María Alonso, una vecina que vive frente a la planta.

La casa de Eva Díaz está en la misma manzana que ocupaba la fábrica. Con sus cinco hijos pasó la noche del incendio en un hotel de Avellaneda y ayer, cuando volvió a su casa, vio que le faltaba un televisor y una video. Justo al lado, vive Mirta Gómez. En la confusión de la evacuación trasladó algunos electrodomésticos a un depósito cercano y ayer descubrió que también le faltaba una video. El jefe de Gabinete del municipio de Lanús, Héctor Bonfiglio reconoció que se produjeron algunos arrebatos.

Ayer por la mañana, cuando apenas lograron superar el susto, trabajadores y directivos de la empresa se reunieron en una esquina de la fábrica. «La empresa está trabajando para recuperarse de esta situación y dar respuesta a los empleados lo antes posible» dijo a Clarín Pablo Plá, gerente general de La Salteña, sin precisar cuál sería la suerte del personal ni el futuro de la fábrica, que nació como un emprendimiento familiar hace 50 años y que hoy pertenece a un grupo norteamericano.

Sin embargo, Luis Hlebowicz, del sindicato de pasteleros, aseguró que hubo «un compromiso concreto de la empresa de respetar el pago de los salarios y de reiniciar la producción, en el mismo u otro lugar, lo más pronto posible».

Desde la empresa dijeron que aún no había una evaluación de los daños materiales y que el operario Roberto Casco, el único trabajador herido, se recuperaba de una quemadura en el brazo.

Aunque la situación estaba controlada, anoche — más de 24 horas después de que comenzaran las llamas — los bomberos seguían tratando de extinguir las últimas llamas que había debajo de los escombros.

«El fuego nos partió la vida a todos»

Fabián Gómez estaba en su puesto cuando el martes por la tarde — contó — estalló la paila donde se preparaba la masa de ñoquis.

Aunque la alarma sonó y los más de 200 operarios que estaban en la planta alcanzaron a escapar de las llamas, Fabián todavía está conmocionado. «Esto nos partió la vida a todos. Yo estoy en la fábrica desde hace años, cuanto todavía se hacía la masa artesanalmente», recordó.

Sin embargo, la continuidad laboral era lo que ayer más le preocupaba. «Tengo dos nenes y un alquiler que pagar. Mi sueldo era el único ingreso familiar. En la empresa dicen que nos van a pagar, pero tan tranquilo no estoy», confesó.

Según el operario, la evacuación se realizó a tiempo porque varias veces se habían organizado simulacros de incendio en la planta. No sabe bien por qué pero, cuando el martes se disparó la alarma, todos supieron que «la cosa era en serio».

Fuente: www.clarin.com

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