Priscila Lucca dijo no estar en condiciones psiquiátricas para comparecer ante el tribunal. Se ordenaron pericias, pero demorarán hasta diciembre. Para evitar suspender el proceso, la Justicia decidió un nuevo debate para ella
Se desdobló el juicio por la muerte de Lucía Costa Osores, la chica de 18 años que falleció tras una explosión fatal en un bar de San Miguel. La camarera imputada por homicidio, Priscila Lucca, manifestó que no se encontraba en condiciones psiquiátricas para comparecer ante el tribunal: se ordenaron pericias, pero demorarán hasta diciembre. Para evitar suspender el proceso legal a la espera de los resultados, la Justicia decidió que se realizará un nuevo juicio solo para ella.
El dato se lo confirmaron a Infobae fuentes judiciales, así como también la abogada de la familia de la víctima, Liz Barrionuevo. Los otros dos imputados por “homicidio culposo y lesiones culposas”, Carlos Eduardo Oliverio y Marina de los Ángeles Ramírez (el dueño y la encargada del bar), continuarán siendo juzgados en el Juzgado en lo Correccional N° 3 de San Martín. La pena máxima que enfrentan son 6 años de prisión.
Desde que empezó el juicio, la defensa de la camarera interpuso dos recursos para evitar que la principal acusada afrontara el debate. Si bien las dos pericias psicológicas determinaron que “está en condiciones de estar en el debate”, también se solicitó la intervención de un psiquiatra que, por falta de peritos en la jurisdicción de San Martín, deberá realizarse en La Plata, donde recién hay disponibilidad para el mes de diciembre.
“Como el proceso legal no puede suspenderse por más de 10 días, se resolvió la separación de juicios y, el año que viene, se realizará un nuevo solo para ella”, explicó a este medio la representante legal de los Costa Osores. Y agregó: “Las pericias psicológicas ya arrojaron que no tiene ninguna patología que le impida comprender el juicio. Lo que transita es un estrés postraumático propio de la situación, que no es ni más ni menos que lo que está atravesando la familia de la víctima o cualquier persona que está sometida a un proceso penal”.
Después de dos meses de juicio, este viernes 28 de octubre finalizan las audiencias correspondientes a la presentación de pruebas y testigos. El miércoles declaró el dueño del bar.
Según pudo saber este medio,Carlos Eduardo Oliverio habló durante más de dos horas y contestó preguntas. Además,calificó el hecho como “una desgracia” y dijo que nunca se imaginó que podía pasar algo así. Respecto a un audio suyo, que se filtró tras la explosión y en el que decía: “No pasó nada grave, se prendió fuego la chica y empezó a los gritos”, el acusado sostuvo que fue “una torpeza”, que lo “sacaron de contexto” y que “por eso sonó mal”.
“Fue terrible escucharlo. Me quebré varias veces”,dijo a este medio la madre de Lucía, Lorena Paola Osores.
De acuerdo con el cronograma del debate, los alegatos serán el 3, 10 y 14 de noviembre. La fecha del veredicto está pautada para el viernes 17 del mismo mes.
La queja de la familia
La novedad del desdoblamiento del juicio no fue bien recibida por familiares y allegados de la víctima. “¿Ahora se le ocurre que no se siente bien y que necesita tratamiento psiquiátrico?”, se quejó Lorena.
A eso hay que sumarle que, el 8 de enero pasado, una amiga de Costa Osores, Guadalupe Stadnitchi, se cruzó a la imputada en el Polideportivo Municipal de Seguí (Entre Ríos) y la filmó. En el video, que luego publicó en su cuenta de Twitter, se la ve en traje de baño y con anteojos de sol bajo una sombrilla de paja. En su mano derecha lleva un vaso de plástico. “Priscila Lucca, asesina de Lucía Osores, tomando sol en Entre Ríos, tranquila… Saludá a fiscalía”, dice Guadalupe. Visiblemente incómoda, la moza baja la vista. No responde.
El caso
Sucedió la noche del 9 de octubre de 2020 cuandoLucía y su grupo de amigos de la parroquia fueron a comer a “Zar Burgers & Beers”, un local gastronómico y cervecería, ubicado sobre la calle Paunero al 1.100, en San Miguel.
De acuerdo al relato de distintos testigos, y según puede verse en las imágenes de una cámara de seguridad del interior del bar, una moza se acercó a la mesa donde estaban los jóvenes. En sus manos cargaba un bidón de cinco litros de combustible líquido que intentó volcar en un brasero que funcionaba como centro de mesa decorativo. Como consecuencia, se produjo una explosión que envolvió a Lucía y a su grupo en llamas.
Como consecuencia de la detonación, varias personas resultaron heridas y debieron ser trasladadas de urgencia al hospital. Pero, a diferencia del resto, el cuadro de Lucía era delicado: tenía más del 40% del cuerpo afectado por el fuego. Debido a su gravísimo estado, fue derivada al Hospital del Quemado en Capital Federal, donde, finalmente, falleció al día siguiente, luego de dos paros cardiorrespiratorios.