En total, 355 trabajadores van a recibir compensaciones estatales del Gobierno japonés por haber sufrido problemas o enfermedades derivadas del exceso de trabajo, entre los que destacan los casos de derrames cerebrales y ataques al corazón.
De los afectados, el 25 por ciento trabaja en los sectores de transporte y telecomunicaciones, según el informe. Un vocero de Ministerio de salud criticó el hecho de que muchos japoneses «estén trabajando bajo una fuerte presión y se les exijan resultados sin recibir a cambio el suficiente apoyo por parte de la empresa».
Por otra parte, durante el pasado año fiscal 819 trabajadores solicitaron compensaciones económicas del Gobierno debido a problemas mentales derivados del exceso de trabajo, lo que supone un incremento del 25 por ciento con respecto a las estadísticas del anterior año fiscal. Finalmente 205 de estas reclamaciones fueron aprobadas, un 61por ciento más que en el ejercicio de 2005.
El gobierno japonés reconoció por primera vez en 1992 que es posible morir por la falta de descanso por las obligaciones laborales, dando origen al término «karoshi» que se hizo sinónimo en todo el mundo de la muerte por exceso de trabajo.