El pozo arrojó el equivalente a 4,9 millones de barriles de petróleo al Golfo de México durante 87 días, liberando un torrente de crudo que contaminó las costas de cuatro estados de la Costa del Golfo.
Se prevé que el caso vaya a juicioen enero de 2013 a pesar de las conversaciones que el Gobierno y BP están manteniendo para intentar resolver el problema. «El comportamiento, las palabras y acciones de estos ejecutivos de BP no serían tolerados si proviniesen de una compañia de tamaño mediano que elabora productos textiles para su venta en un centro comercial suburbano», señala el gobierno en el documento legal. BP, por su parte, rechaza la acusación y afirma en un comunicado que «BP cree que no ha actuado con grave negligencia y espera presentar las evidencias en el juicio de enero».