En las últimas horas corrieron fuertes versiones sobre el posible fallecimiento de uno o dos operarios de la refinería que se incendió el martes. Desde la compañía aseguraron a LPO que “es mentira”. La planta podría volver a operar el viernes, adelantaron.
La empresa estatal YPF desmintió las versiones que en las últimas horas indicaban que la explosión en la refinería de Ensenada había dejado dos víctimas fatales. “Es mentira. No hay muertos ni heridos”, dijo un vocero de la compañía a LPO.
Ayer, entre sectores sindicales de la industria del petróleo comenzó a circular muy fuerte la versión sobre la muerte de un operario en el incendio del martes. Esta mañana, comenzó a hablarse de una segunda víctima fatal. Incluso se decía que la empresa estaba ocultando información a sus empleados, a los que aseguraba que los trabajadores estaban heridos de gravedad.
LPO intentó chequear esta versión con YPF y un vocero desmintió totalmente y reafirmó la información oficial que la compañía brindó ayer. “YPF reitera como punto central que no se produjeron ni víctimas fatales ni heridos”, decía el comunicado emitido el miércoles por la tarde.
La fuente explicó que hoy por la tarde la empresa anunciará cuándo se restablecerá la actividad en la refinería de Ensenada, la más grande y moderna que tiene YPF. No obstante, adelantó que si no hay complicaciones, la planta comenzará a operar nuevamente mañana.
Una mayor inactividad de la destilería podría poner en peligro el abastecimiento de combustible de YPF en el mercado interno. “Si no repone su capacidad de funcionamiento normal va a tener que importar combustibles”, le dijo a este medio Daniel Montamat, ex presidente de YPF. “Se compromete el procesamiento de productos claves que se están utilizando en el mercado doméstico, nafta, gasoil y fuel oil”, sostuvo.
Asimismo, también se descartó que la explosión haya tenido que ver con una sobreexplotación de la capacidad de trabajo de la refinería, basada en la necesidad que tiene el Gobierno nacional de recortar las importaciones de combustible y mantener abastecido el mercado local. Desde la compañía, sostienen que en el momento de la explosión la destilería de Ensenada trabajaba al 92 por ciento de su capacidad. Es decir que aún se podía forzar un 8 por ciento más la producción.
El siniestro se produjo por la inundación en la zona del horno de coque A, que trabaja a 700 grados de temperatura. Con el avance del agua, un combustible liviano que se utiliza en ese sector quedó por encima del agua. Pese a que el horno fue apagado, la temperatura tardó en descender mientras el agua seguía subiendo. Cuando el combustible entró en contacto con el horno (en ese momento estaba a unos 500 grados) se produjo la explosión.
El incendio demandó unas ocho horas de trabajo de los bomberos y del personal de YPF para ser extinguido. No obstante las tareas continuaron. Ayer por la tarde vecinos de la zona denunciaron que aún se veía humo en la planta. La versión oficial indicó que se debió a los trabajos de refrigeración de equipos y que no hubo emisiones contaminantes.