La enfermedad genera hasta un 80% de accidentes de trabajo en el DF, dice Voz Pro Salud Mental; puede causar que los trabajadores se ausenten hasta 25 días al año, agrega la agrupación.
El ausentismo laboral por depresión puede llegar hasta 25 días al año, lo que se traduce en frustración y gastos innecesarios para el empleado, su familia y una baja considerable en su calidad de vida, abunda la investigación realizada por el grupo de asociaciones no gubernamentales Voz Pro Salud Mental.
El trabajo y las relaciones interpersonales del trabajador interactúan y pueden propiciar problemas de salud física y mental, lo que favorece una baja productividad laboral.
El 64.8% de los encuestados dijo tener síntomas físicos a consecuencia de su situación en el trabajo, mientras que 17% reportó algún tipo de trastorno de salud mental relacionado directamente con sus síntomas físicos.
En México entre 9% y 13% de la población mexicana adulta sufre depresión; mujeres y ancianos constituyen el grupo mayor, aunque los hombres sufren este padecimiento al perder su trabajo, ya que además «pierden» su rol masculino de proveedor y su identidad sexual.
En la actualidad se relaciona también el uso excesivo de las redes sociales y de Internet con los trastornos en la salud mental, ya que remplazan la función social directa (persona a persona) por la convivencia «en mundos virtuales», la cual es percibida como real por las personas adictas a estos medios.
La adicción al ciberespacio está vinculada a la depresión de moderada a severa y algunos estudios identifican que la incapacidad de disfrutar la vida (anhedonia social) y la «percepción de vivir en mundos irreales» podrían ser condicionantes para algunos padecimientos psiquiátricos, como la esquizofrenia o el trastorno de personalidad.
La presidenta de Voz Pro Salud Mental, Gabriela Cámara, expone:
«Existen personas con predisposición a padecimientos mentales, que al usar Internet se vuelven adictos, al grado de abandonar su trabajo, familia y salud a cambio de permanecer horas o días enteros sentados frente a sus computadoras alimentando sus redes sociales».