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Cuándo nos envenenamos

Es improbable en la ciudad, exceptuando casos extraños y realmente trágicos. Pero en una gran parte de la Argentina tiene siempre el riesgo de quedar duro por una mordedura de araña.

Se trata de un cosquilleo por la mano, como si fuese un hormigueo. Puede que ya esté muerta, pero no importa. Es una punzada de dolor por el cuerpo, al poco tiempo. Usted estaba feliz, de vacaciones o de aventura, y lo picó una viuda negra.

En las juntas de las casas de adobe, en el jardín de las casas selváticas. Le pasará en una gran parte de la Argentina. Tucumán, Entre Ríos, Misiones, Chaco, Formosa, Salta, la Patagonia, el Norte. Todos tienen una viuda negra potencial.

Y pica, aunque sólo la prensa boliviana se ocupe de las víctimas de picaduras de araña que sufren en pleno siglo XXI.

Es selvas de Bolivia, los arácnidos inoculan venenos. Algunos tóxicos, otros menos dañinos aunque horrendos para alérgicos. Sin embargo, el peor efecto lo tiene quien ya fue picado por una araña antes «Con todo – a excepción de los ataques de las serpientes ponzoñosas –, ni el uno por ciento de las picaduras venenosas o mordeduras venenosas terminan con la vida del afectado», asegura Juan Fernando Guerra, investigador de la Estación Biológica Tunquini de Bolivia.

«Lo que sí generan, en todo caso, son molestias; y ataques por cualquier frente, pues los enemigos son varios: sobre todo reptiles, insectos, arácnidos, miriápodos y acuáticos», dijo, de modo que no es simple para muchos.

Hay dos animales peores: las serpientes cascabel y las yoperojobobo, «apunta Gil Patrick Fernández, biólogo francés que dirige la única Unidad de Producción de Sueros Antiofídicos del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud. Ambas, si es que no se administra a tiempo el suero adecuado, pueden llegar a ser letales», cita la prensa.

«El veneno tiene encimas y toxinas que comienzan a destruir desde su mismo ingreso al organismo. Y 18 miligramos de veneno seco de cascabel son suficientes para matar a un hombre de 60 kilos en unas horas», afirman.

En síntesis, convene ir a un centro médico cercano, donde se tendrá el antiofídico corredto. Aunque parezca mentira, hasta hacendados de diversas provincias tienen ese insumo gratis del gobierno.

«Cuando se trata de las yoperojobobo, en el lugar de la mordedura se presenta un edema muy intenso, hemorragia y aparecen algunas ampollas y, con el paso de las horas, comienza la necrosis. Con las cascabel, en cambio, se destruye la fibra muscular, el paciente tiene trastornos de acomodación visual y los párpados caen pesados», indica el artículo según palabras del experto francés.

Si se tiene en cuenta la porción argentina que debe lidiar con estas especies, no debe sonar insignificante que el 96 por ciento de las atenciones médicas en Bolivia se deban a estos encuentros.

«Además, sólo en países como Brasil o Argentina se cuenta con sueros contra su veneno – que es el mismo que se usa contra el de las arañas –, lo que hace que una picadura sea cuando menos preocupante», afirman sobre las picaduras de escorpiones.

Las que completan el círculo mortal son unas arañas como las viudas negras y las pollito o tarántulas. A no desesperar por estas últimas, porque la más letal es la pequeña viuda negra, una araña que «no dice nada», según su aspecto en el saber popular. «Las primeras se caracterizan porque apenas miden un centímetro y tienen una mancha roja en el abdomen. Cuando muerden, pueden matar o producir necrosis, al extremo que tal vez haga falta realizar injertos», indican los expertos.

Las otras son más grandes pero menos mortíferas, dicen además. Y mejor tener más cuidado con las hembras por sus pelos urticantes, realmente nocivos.

Después, sólo resta cuidarse de las hormigas guerreras, que sobrevivirían a una bomba atómica, abejas, avispas y abejorros. Los remedios sólo sacan el dolor: «Por ejemplo – explica Guerra –, una avispa conocida como la ‘amiga del hombre’ es capaz de matar hasta una tarántula. Imagínense entonces el sufrimiento que puede llegar a causar en un hombre».

Pero bueno, el ciempiés también puede causarnos el infierno, así que mejor aventurarse con repelente para insectos.

Fuente: www.infobae.com

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