El sistema PROMAT de Protección Pasiva contra incendios se caracteriza por retrasar la propagación del fuego, lo que permite disponer de mayor cantidad de tiempo para la evacuación de los edificios y salvar así la vida de las personas.
No hace falta explicar los estragos y la situación trágica y dolorosa para las personas que puede causar el fuego presente en un incendio. Como respuesta a esos eventos, la acción de combate por parte de los bomberos, brigadas o los propios sistemas de extinción consigue en muchos casos que el fuego desaparezca.
Ahora bien: esta sucesión evento-reacción no siempre funciona. Y eso se debe a diferentes causas que hacen que el fuego “tenga espacio” para propagarse y crecer.
La buena noticia es que existe una instancia adicional y complementaria de protección contra incendios que tiene que ver con el diseño y el mantenimiento de los edificios, y que deberían tomar en cuenta arquitectos, constructores e ingenieros.
Esa instancia se llama protección pasiva contra incendios y es el conjunto de medidas materializables en barreras físicas destinadas a limitar la propagación de un incendio una vez iniciado, lo que brinda a las edificaciones el tiempo de resistencia necesario para evacuar a sus habitantes y el accionar de los bomberos.
De esa forma muros, tabiques, entrepisos, puertas, sellos de pasada, sellado de juntas, estructura soportante, conductos y revestimientos juegan un papel principal para minimizar el riesgo de desastre al limitar la propagación del humo y las llamas, facilitar la evacuación de las personas, permitir el combate seguro al interior del edificio y proporcionar también su sobrevida o recuperabilidad.
Esta respuesta con base en el diseño se caracteriza por ser siempre preventiva, y también por anticiparse a los posibles escenarios de incendio.
¿Qué quiere decir “compartimentar”?
Parte de la protección pasiva se basa en lograr espacios separados para que durante un tiempo puedan limitar la propagación del incendio y del humo: es lo que se conoce como resistencia al fuego.
Ejemplo de estos espacios pueden ser desde departamentos, habitaciones, comercios y oficinas hasta almacenes, sectores de un hospital, salas de cine o teatro, recintos riesgosos, pasillos o escaleras protegidas, entre otros. Pero nada puede llamarse “compartimentado” si no considera una estanquidad total al paso de las llamas y el humo en todas sus holguras o aberturas.
La regulación en esta materia – que en el caso de la ciudad figura en el Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires y sus modificaciones- toma este concepto para establecer requisitos constructivos y habilita el uso de soluciones constructivas validadas y ensayadas mediante un amplio espectro de referencias internacionales, entre ellas las normas EN europeas y normas de países vecinos.
En esta tarea de aportar seguridad hay una firma que cuenta con un amplísimo portfolio de soluciones para compartimentación, basadas en sistemas constructivos en seco y diseños que permiten alcanzar hasta cuatro horas de protección contra incendio, siempre validados por laboratorios acreditados: se llama Promat y es experta y referencia mundial en protección pasiva contra incendios y aislamiento de alto rendimiento, tanto para el sector de la construcción como para un gran número de mercados industriales.
Promat es una empresa del Grupo Etex y los componentes que utiliza se aplican en el Sistema Durlock para garantizar la resistencia al fuego. Sus soluciones pueden emplearse tanto en arquitectura comercial como residencial, y en obras nuevas y remodelaciones con todo tipo de sistemas de construcción.
Estas soluciones consisten en muros, tabiques y cielorrasos resistentes al fuego, sellos de pasadas de ductos e instalaciones que en todos los casos protegen vidas y activos, mejoran la comodidad, optimizan la eficiencia de los procesos y minimizan la pérdida de espacio y energía a la vez que ayudan a reducir las emisiones de CO2.
Conocé todas las soluciones de protección pasiva contra incendios en www.promat.com