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Cofco, cuando la burocracia se prueba el vestido de la muerte

¿Era evitable? ¿Fue un accidente o una tragedia? ¿La empresa cumplía con todas las normas de seguridad? ¿Se habían realizado los controles pertinentes? Así como éstos, otros tantos interrogantes quedaron entre las nubes de humo que estuvieron horas sobre la planta de Puerto San Martín.

Ignacio Pellizzón | redaccion@miradorprovincial.com

La empresa cerealera Cofco, más conocida como ex Nidera, actual firma perteneciente al Estado chino, que se ubica en la localidad de San Lorenzo y específicamente en Puerto San Martín, sufrió una tremenda explosión el pasado miércoles que dejó un saldo hasta la fecha de dos operarios muertos, dos en Cuidados Intensivos y cinco en la Unidad de Quemados.

Según las primeras informaciones que surgieron, la explosión se suscitó en la celda N° 2 de la planta en la que se incendió una cinta transportadora de granos que generó las detonaciones en túneles. La primera hipótesis es que se acumularon muchos gases por estos pequeños incendios y esto provocó el estallido. Esta no es la primera explosión en Cofco de este año. El 31 de julio hubo una explosión a las 4.30 de la mañana con daños materiales.

Inmediatamente surgieron los primeros interrogantes: ¿era evitable?; ¿fue un accidente o una tragedia?; ¿la empresa cumplía con todas las normas de seguridad?; ¿se habían realizado los controles pertinentes?; ¿quién o quiénes son los responsables?; si hace pocos meses hubo una detonación menor, ¿se la desoyó o se trabajó al respecto?

Mirador Provincial dialogó con el técnico en Higiene y Seguridad, Nicolás Leguto, quien trabajó de forma tercerizada para la firma, además de tener un basto recorrido por numerosas plantas cerealeras que operan en las zonas portuarias de San Lorenzo como de otras localidades vecinas.

“Hace tiempo que se viene manifestando y denunciando que hacía falta mantenimiento, es decir, limpieza de los túneles, las cintas transportadoras, que con el movimiento del cereal y el paso del tiempo se van llenando de polvillo y se propaga hacia las instalaciones. Cuando el polvo está en suspensión (en ambiente), a partir de ahí se plantea que si surgen distintas circunstancias en el trabajo se puede llegar a producir una explosión. Una vez que se genera una pequeña detonación, se van repitiendo hasta llegar a una grande. Es lo que intuyo que podría haber sucedido en Cofco”, explicó Leguto.

Hace poco más de una semana se dio un hecho similar, pero a menor escala y sin padecer heridos, en la planta de Cargil en Villa Gobernador Gálvez en la que se incendió un silo. Al respecto, el técnico apuntó que “desde hace mucho se venía denunciando que estaban las brazas encendidas dentro del granero y con C02 no lo había podido apagar”, con lo cual se entiende que hubo preavisos al respecto.

Según algunas versiones, gracias a Domingo Giménez (61 años), la primera víctima de la explosión -quien falleció calcinado-, se podría haber cobrado más víctimas y heridos si no fuera porque el operario les indicó a unos 20 jóvenes que estaban trabajando allí que se tomaran el tiempo para ir a almorzar, alejándolos de la zona neurálgica de la fuerte detonación. Casi como un gesto heroico presagiando lo que se vendría.

Nicolás Leguto destacó que “por lo general en este tipo de empresas tan grandes no se suele escatimar en recursos de Higiene y Seguridad, porque son políticas que vienen por fuera de las compañías, pero la diferencia se logra con el mantenimiento constante de las maquinarias, además conviven con ambientes calientes y propicios para incendios porque se aplican metodologías baratas para enfriar los espacios donde trabajan muchos operarios”.

En relación a si se podría haber evitado la explosión, Leguto afirmó que “sí; de hecho, todos los días se evita, porque son lugares de trabajos riesgosos que si no se mantiene una limpieza permanente están propensos a este tipo de tragedias”.

Asimismo, alertó que “desde el lado burocrático, de las inversiones, del control de las aspiraciones como del cereal, de los polvos respirables, entre otros, que se llevan adelante con monitoreos ambientales, es la única forma de evitar este tipo explosiones, algo que está a las claras que no se aplicó como corresponde”.

Desde el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, denunciaron que el incendio en la celda donde se generó la explosión, “se originó hace cuatro meses pero nunca se terminó de extinguir”.

Producto de la tragedia el Sindicato de trabajadores Aceiteros (SOEA) decretó un paro de 48 horas (jueves y viernes), en reclamo de mejores condiciones de seguridad. Otros dos gremios se adhirieron a la medida de los aceiteros: Unión de Recibidores de Granos de la República Argentina y Sindicato de Vigiladores de San Lorenzo.

Gremio y Estadio, ¿Responden?

Fuentes del Ministerio de Trabajo de la Provincia salieron a expresar que sus inspectores fiscalizaron entre febrero y mayo de este año trece puertos agroindustriales y 25 empresas contratistas, entre Timbúes y Arroyo Seco. De allí aplicaron suspensiones temporarias en 18 casos por distintas anomalías.

El 27 de marzo, los inspectores detectaron en Cofco ausencia de matafuegos, uno vencido y sin carga, zonas restringidas con el ingreso liberado, falta de salida de emergencia iluminada en un sector, falta de alarma acústica en un puente grúa de 5 toneladas, capacitación deficiente, ausencia de gardarrail o rejilla en el silo 1, un trabajador visto sin el arnés de seguridad, entre otros.

El secretario general de la CGT San Lorenzo, Edgardo Quiroga, apuntó contra el Estado. “Los municipios son meros recaudadores de las grandes empresas multinacionales y terminan siendo empleados, por eso nunca va a escuchar a ningún intendente, gobernador o ministro de gobierno provincial o nacional hablando mal de las actividades y conductas y de los grandes grupos económicos. Son meros entes recaudadores. La vida de los trabajadores les importa muy poco”, señaló.

Según pudo averiguar este medio, el sindicato de Aceiteros de San Lorenzo no goza de la mejor reputación. Desde algunos sectores señalan que en los últimos dos años hubo por lo menos cuatro muertos en distintas plantas de la localidad y el gremio no tomó medidas al respecto. Las mismas fuentes consultadas esgrimen que el sindicato tiene fama de ser “permisivo” con las multinacionales.

El diputado provincial Héctor Cavallero presentó ayer un pedido de informes al Ejecutivo para que informe sobre controles previos. “Según la resolución 177/03 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, necesitamos saber si se realizan los controles pertinentes, y en ese caso, por qué ocurrió el siniestro”, dice el parte.

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Cofco, ahora

La empresa del Estado chino, Cofco, según afirman, continúa funcionando con total normalidad excepto en la zona de la explosión. La firma es denunciada mundialmente por no invertir y controlar las medidas de seguridad y por no escuchar a los comités de Higiene.

Por su parte, la compañía desmiente la información aseverando a través de un comunicado oficial: “Se inició una investigación sobre la causa del incidente y se está cooperando con las autoridades locales. Todas las operaciones en el lugar han sido suspendidas y todavía no se sabe cuándo se podrán reanudar”.

Hace un año (octubre 2016) la empresa presentó oficialmente una inversión de 27 millones de dólares en la terminal portuaria que posee en la localidad de Timbúes (ex Noble), en un acto que contó con la presencia del jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el gobernador Miguel Lifschitz. En ese marco, que incluyó también una visita a la planta de Terminal 6 en Puerto San Martín, Peña celebró que las empresas privadas realizarán inversiones por 1.200 millones de dólares.

La ex Nidera, es el mayor complejo agroexportador que emplea a cuatro mil trabajadores, procesa y exporta el 80% de la producción nacional de granos y que explica el 35% del ingreso de divisas al país.

Fuente: www.ellitoral.com

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