Trabajaban para la concesionaria de los medios de elevación cuando, en 2004, dos sillas se deslizaron y chocaron con las que iban detrás. Por el impacto, 13 turistas resultaron heridos.
La Justicia de RÃo Negro procesó ayer a seis personas por su responsabilidad en el accidente ocurrido el invierno pasado en las aerosillas del Cerro Catedral, en Bariloche, en el que un grupo de trece turistas resultaron heridos. (Archivo: 11/08/2004)
El juez Miguel Gaimaro Pozzi, quien tiene a su cargo la causa por el accidente ocurrido en agosto de 2004, le informó al diario barilochense â??El ciudadanoâ?? que los procesados son seis: el vicepresidente de la empresa concesionaria de los medios de elevación Catedral Alta Patagonia (Capsa), Juan Cruz Varela; el representante técnico de la compañÃa, Roberto Ceaglio, responsable de la seguridad; dos supervisores y dos operarios.
Todos ellos quedaron procesados como autores y coautores penalmente responsables por las lesiones culposas que sufrieron ese dÃa los trece turistas. Por estos delitos, en caso de ser encontrados culpables, podrÃan recibir penas que van de un mes a tres años de cárcel.
Además, el juez concluyó que el accidente no se produjo como consecuencia de una falla en los materiales con los que habÃan sido construidas las sillas, como habÃa argumentado Capsa. Según su resolución, que fue elaborada en base a las pericias presentadas en la causa, las aerosillas se deslizaron y chocaron entre sà â?? hiriendo a 13 personas – porque las mordazas que unen a los asientos con el cable que los transporta no fueron ajustadas correctamente.
De este modo, Pozzi descartó la hipótesis sostenida por Capsa, que señalaba que las aerosillas se habÃan accidentado porque la empresa contructora, Garaventa, les habÃa entregado un sistema de ajuste que no servÃa para ese tipo de medio de elevación.
Cómo fue el accidente
El mediodÃa del 10 de agosto pasado, se produjo una falla en las mordazas que fijaban dos aerosillas cuádruples a la lÃnea que las transportaba pendiente arriba. Por ese motivo, en un tramo del recorrido uno de esos asientos se deslizó y chocó con otros cuatro que venÃan detrás.
Lo mismo sucedió en otro punto del recorrido: falló la abrazadera de otra aerosilla, que se deslizó hasta que impactó con el asiento cuádruple que iba unos metros más atrás.
Por el choque 13 personas que viajaban en las aerosillas sufrieron golpes, cortes y – en algunos casos – fracturas. Pero eso no fue todo: los turistas tuvieron que ser bajados con por un equipo de rescate con sogas y arneses.
ACCIDENTE MULTIPLE EN BARILOCHE: CRITICAS A LA EMPRESA CONCESIONARIA
Pánico y heridos por dos choques de aerosillas en el cerro Catedral
Fallaron las abrazaderas de dos aerosillas, que se deslizaron pendiente abajo e impactaron a las que venÃan detrás. Diecisiete turistas fueron internados. El rescate duró tres horas.
Una veintena de personas de esta ciudad vivieron momentos dramáticos en el cerro Catedral cuando varias aerosillas chocaron entre sÃ. Hubo 17 heridos con distintos tipos de lesiones: fracturas, traumatismos de cráneo, cortes y golpes. Casi todos fueron bajados con sogas y arneses en un operativo que duró tres horas y que transformó a esa zona en escenario de pelÃcula de acción. Un grupo de patrulleros trepó a los cables y se deslizó cientos de metros para auxiliar a los heridos, que fueron derivados a dos sanatorios.
Todo sucedió antes del mediodÃa en el área norte de la montaña. Según dijo la empresa concesionaria de los medios de elevación, Catedral Alta Patagonia (Capsa), en uno de sus escuetos comunicados, hubo «un fallo en una de las mordazas que fija la silla cuádruple a su lÃnea en el tramo de subida entre las torres 6 y 7». En realidad fueron dos las aerosillas que sufrieron ese desperfecto y seis las involucradas en el accidente. Un grupo de dos y otro de cuatro aerosillas quedaron pegadas, como si fuesen changuitos de supermercado.
En la primera viajaba Rodrigo Connor, un vecino de Bariloche que contó que la silla comenzó a hamacarse, vibrar y deslizarse por el cable cuesta abajo. «Dos de las personas que venÃan conmigo decidieron saltar, pero habÃa unos ocho metros hasta la nieve, asà que yo me agarré fuerte y esperé el golpe», relató a ClarÃn. Los que saltaron sufrieron golpes menores, y Connor un golpe en la cabeza. Los de la aerosilla de atrás tuvieron menos suerte.
Ahà viajaba Luciana Santaya, de 20 años. Acostada en una cama del Sanatorio del Sol, con un yeso en la pierna derecha y suero en el brazo izquierdo, Luciana contó a ClarÃn que vivió «una pesadilla». «Estaba soleado y subÃa con mi papá a la montaña. De golpe la silla de adelante empezó a hamacarse y se nos vino encima.» En la desesperación, Luciana levantó una pierna para frenarla. «Enseguida sentà un dolor agudo y me di cuenta de que me habÃa quebrado.» Tuvo que esperar cerca de una hora hasta que la bajaron. Las radiografÃas determinaron que se rompió la tibia y el peroné, y es posible que deban operarla.
Florencia, su hermana de 15 años, se lastimó la cabeza y vivió momentos de gran angustia. «En mi grupo eran 16 personas enganchadas unas con otras, gritando por miedo a caernos o porque habÃa gente con fracturas o cortes profundos», contó.
Ella iba en el segundo grupo de sillas junto a Roberto Asenjo, un conocido instructor de esquà que tiene 79 años. Asenjo sufrió un fuerte golpe en la cara y un corte en la frente. Internado en el Sanatorio San Carlos, no salÃa de su asombro. «Fue muy impresionante la velocidad que tomaron las aerosillas â?? recordó â??. Yo intenté parar a la de adelante con las manos, pero nos pegó un golpe terrible.» Con un pañuelo en la frente para detener la hemorragia, intentó calmar a los accidentados.
En la base del cerro los familiares de los heridos estaban furiosos con la empresa Capsa. Marcelo Santaya, padre de Luciana y Florencia, fue uno de los que aseguró que seguirá el tema en la Justicia: «Todos dicen que esta empresa no invierte, que no paga cánones y que no hay mantenimiento en los medios de elevación, y esto es un peligro porque cualquier dÃa de éstos puede morir alguien.»
Ayer encontrar alguien de la empresa o algún funcionario provincial dispuesto a hablar después del accidente era imposible.
La concesionaria emitió dos comunicados breves con muy poca información. Santiago Lennon, jefe de Seguridad y Pistas, dijo a ClarÃn que tenÃa «prohibido» hablar. Pablo Vuotto, gerente de Coatur, el ente que administra el cerro, dijo a ClarÃn que «no se puede decir nada hasta que se terminen los informes técnicos».
Quien aceptó hablar con ClarÃn fue el gobernador de RÃo Negro, Miguel Sáiz, quien aseguró que «si se prueba que la empresa Capsa incurrió en una falta grave podrÃa rescindirse su contrato».
Mariano Cordero. BARILOCHE. ESPECIAL
bariloche@clarin.com
PUNTO DE VISTA
Inconcebible
SÃ, es verdad: cualquier dispositivo mecánico puede fallar. No obstante, hay cosas que no deberÃan fallar. Absolutamente nunca. Jamás. Por ejemplo, las aerosillas y los ascensores. Porque exponen a un peligro extremo. Porque deberÃan tener un mantenimiento especialmente cuidadoso. En el caso de las aerosillas, porque pueden transformar unas felices vacaciones en una tragedia. También porque caer al vacÃo es una clásica pesadilla humana. En general sucede en los sueños. Otras veces, imperdonablemente, sucede también en la realidad.
MarÃa Copani
mcopani@clarin.com
Concesión muy cuestionada
La empresa Catedral Alta Patagonia (Capsa) es la concesionaria de los medios de elevación del mayor centro de esquà de Sudamérica. Medio año atrás, la Legislatura de RÃo Negro aprobó la firma de un nuevo contrato con la empresa por 20 años a pesar del rechazo de los vecinos de Bariloche, que juntaron 12 mil firmas para pedirle al gobernador Miguel Sáiz que no le renovara la confianza. Todas las cámaras empresariales, colegios profesionales y otras organizaciones no gubernamentales denunciaron que Capsa adeuda el pago de cánones, no cumplió con el cronograma de inversiones y entró en convocatoria de acreedores. Publicaron una solicitada en la que insinuaban que habÃa existido pago de coimas para renovar el contrato. Y dijeron que la falta de inversión de Capsa significaba un duro golpe para la economÃa de Bariloche. Ayer, el gobernador Sáiz y el intendente de Bariloche, Alberto Icare (quien se definió a sà mismo como «la madre del acuerdo» con Capsa) fueron duramente criticados por los vecinos de la ciudad y responsabilizados por el accidente.
Una historia conocida
Al comienzo de la temporada de este año, dos esquiadores canadienses sufrieron un accidente similar al ocurrido ayer, en una aerosilla de Punta Princesa, en el sector sur del Cerro Catedral. La aerosilla se zafó de sus abrazaderas y chocó con otra sin causar heridas a sus dos ocupantes, quienes denunciaron lo ocurrido. La SecretarÃa de Turismo provincial inició un sumario para determinar si el accidente se habÃa producido por falta de mantenimiento o por otro motivo, y si correspondÃa una sanción contra la empresa concesionaria Capsa, pero hasta ayer no habÃa novedades al respecto. Se recuerda que en noviembre de 1998, también en el Cerro Catedral, una pareja de turistas argentinos resultó con golpes y fracturas al caer de una aerosillaque estaba a 4 metros del suelo, también de la compañÃa Capsa.