Una ligera fuga de radiactividad en un reactor nuclear de Three Mile Island, estado norteamericano de Pensilvania, hizo ayer que 150 empleados fueran enviados a sus casas a modo preventivo.
Exelon Nuclear, que administra el reactor situado cerca de Middletown, dijo en un comunicado que no existió ningún tipo de peligro para la salud de los trabajadores, reportó la cadena de televisión CNN, citada por la agencia alemana DPA.
No se encontró “nada (…) que indique que alguna vez fue amenazada la seguridad” de las personas, dijo coincidentemente John White, portavoz de la Comisión Regulatoria Nuclear.
Diane Screnic, también portavoz de la Comisión, declaró a la CNN que hubo una fuga dentro del edificio del reactor que generó una contaminación menor, “muy por debajo de los límites regulatarios”.
Añadió que el hecho se advirtió cuando comenzó a sonar la alarma de contaminación por radiaciones, ante lo cual se envió a expertos federales a investigar.
Según el comunicado de Exelon, en una parte del recinto, que estaba cerrada desde fines de octubre por obras de mantenimiento, un monitor midió por un breve lapso una ligera subida de la radiactividad, pero luego volvió a la normalidad. Otros dos monitores no registraron esa alteración.
Uno de los empleados se vio expuesto a una radiación de 16 milirrem. El límite de la dosis anual para empleados de Exelon es de 2.000 milirrem. En las radiografías, los pacientes son expuestos a seis milirrem, cita la CNN a la agencia de control nuclear NRC, que investigará el incidente.
La central nuclear fue en marzo de 1979 escenario del peor accidente atómico de Estados Unidos, cuando en uno de los bloques del reactor se produjo una fusión parcial del núcleo.
En aquel entonces, no se registraron consecuencias para la salud ni en los empleados ni en los habitantes de la zona. Sin embargo, desde entonces no se construyeron más centrales nucleares en Estados Unidos. (Télam)