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Vicios sociales que dañan la memoria

Fue comprobado un mito popular: el humo del cigarrillo y el alcohol deterioran el cerebro. Si bien los que fuman y beben en exceso son los más perjudicados, también los consumidores sociales de ambas sustancias sufren daños y, juntas, son más peligrosas.

Lo que hasta ahora era casi una obviedad popular quedó demostrado científicamente por un grupo de especialistas de los Estados Unidos: la combinación de ambos, cigarrillos y alcohol, es más tóxica que cada uno de ellos por separado, en tanto el tabaquismo crónico, asociado con la dependencia alcohólica, aumenta el deterioro cerebral.

Durante la investigación, el autor del estudio, neuropsicólogo e investigador neurocientífico del Veterans Administration (VA) Medical Center de San Francisco, Estados Unidos, Timothy C. Durazzo, y sus colegas, compararon 24 alcohólicos en recuperación que habían dejado la bebida durante una semana, con 26 â??bebedores moderadosâ?? como sujetos de control.

Cada grupo incluyó una mezcla de fumadores y no fumadores, 14 fumadores y 10 no fumadores entre los alcohólicos en recuperación y siete fumadores y nueve no fumadores en el de control.

Utilizaron una espectroscopia por resonancia magnética (RM) – técnica de diagnóstico por imágenes que capta las señales del tejido dañado a través de todas las áreas del cerebro – y luego compararon los resultados. A su vez, realizaron una breve encuesta neurocognitiva.

Las conclusiones demostraron que el tabaquismo crónico incrementa la gravedad del daño cerebral asociado con la dependencia alcohólica. En comparación con otros grupos, por ejemplo, los alcohólicos en recuperación que eran fumadores obtuvieron los menores niveles de N-acetilaspartato (NAA), un aminoácido cuya concentración se considera como un indicador de la viabilidad celular nerviosa.

Qué órganos daña

Las regiones del cerebro con el mayor daño combinado fueron los lóbulos frontales, el sitio de almacenamiento a corto plazo de la mente. Cualquier exacerbación del tejido dañado podría comprometer la recuperación de la habilidad de los alcohólicos para realizar actividades cotidianas o medir las consecuencias de sus actos.

El director médico del Instituto Brain Center, doctor Eduardo Kalina, explicó que la combinación del alcohol con el cigarrillo potencian los efectos negativos porque tienen actividad dopaminérgica, con lo cual se produce un aumento de la adictividad y la necesidad de consumir más.

â??Incrementan los efectos tóxicos porque se consume más â?? aseguró el psiquiatra en un artículo publicado por Pro-Salud News -. Es comparable con aquellos que toman alcohol con bebidas energizantes cafeínicos que permiten aumentar la ingesta y no sentir tanto los efectos negativos, pero la persona consume más tóxicosâ??.

Kalina aseveró que de esta manera se busca neutralizar el efecto negativo inmediato del alcohol y facilita una mayor ingesta.

â??Cuanto mayor es el consumo, más tóxico es para otras funciones. Las personas sólo observan como un factor negativo los mareos o el entorpecimiento, pero no pueden ver el efecto tóxico que tiene en otras funciones. Por lo tanto, el tabaco neutraliza el efecto â??entorpecenteâ?? del alcohol porque activa la función dopaminérgica, pero provoca que la persona beba másâ??, concluyó el especialista.

Dos vicios que se necesitan

Los investigadores calculan que cerca del 80 por ciento de los alcohólicos dependientes fuman con cierta regularidad. A pesar de que se sabe que el consumo alto y crónico de alcohol causa daño cerebral, investigaciones anteriores fracasaron en determinar los efectos independientes al tabaquismo o sus efectos compuestos potenciales en el cerebro de los alcohólicos.

Otro nuevo hallazgo determinó que fumar cigarrillos, independientemente del consumo de alcohol, también tuvo efectos adversos en el tejido involucrado con la función motora y el equilibrio.

En general, las conclusiones sugieren que los investigadores necesitan tener en cuenta efectos independientes e interactivos del tabaquismo y la dependencia alcohólica en la función cerebral y el daño tisular.

Fuente: Pro-Salud News

Fuente: www.infobae.com

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