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Un niño está grave tras recibir una descarga eléctrica en un yacimiento

Se trata del nieto del presidente del Centro de Jubilados del Petróleo y Gas Privado, Mario Quinteros. El chico jugaba el martes junto a un amigo cerca de un pozo petrolero en el ejido urbano que estaría abandonado y sin señalización. Habría tocado el cable de un transformador y sufrió una descarga eléctrica. Un amigo que lo acompañaba lo arrastró 100 metros y lo puso a salvo. Quinteros exigió respuestas a los responsables.

Manuel tiene 11 años y se encuentra internado en una clínica privada con importantes lesiones internas luego de haber recibido una fuerte descarga eléctrica mientras jugaba con un amigo en un descampado cercano al polideportivo de «Las Latas», ubicado entre Manantial Rosales y Laprida.

Los chicos concurren a quinto grado de la Escuela 91 de Valle «C» que funciona en el edificio del Centro Regional de Educación Tecnológica (CERET). Luego del horario de la tarde, los amigos regresaron a sus domicilios y después se fueron a jugar al polideportivo como todos los días.

Según la denuncia que está en manos del funcionario fiscal Cristian Olazábal, eran las 19 del martes cuando Manuel y su amigo Alan, de 10 años, jugaban sobre la locación Don Ernesto 1001, zona descampada donde se encuentra un pozo petrolero perteneciente a la empresa «Petrolera Patagonia». El Aparato Individual de Bombeo (AIB) o cigüeña está fuera de servicio y a diez metros se encuentra el recinto con el transformador eléctrico.

Según indica la denuncia de la familia del niño, el transformador «no tenía ni candado ni cartel señalizador de peligro».

Al parecer, el nene tocó un cable que salía del transformador y sufrió una descarga eléctrica. Su amigo Alan, conmovido por la situación, arrastró a Manuel unos cien metros hasta llevarlo hasta su casa y pedir ayuda a su mamá.

De esa forma, los padres del niño herido tomaron conocimiento de lo sucedido y trasladaron a Manuel hasta el Hospital Alvear. Al encontrarse la guardia pediátrica repleta en el Hospital Regional, el chico fue trasladado a una clínica privada con quemaduras en la mano y pie derecho, pecho y abdomen.

Su abuelo, Mario Quinteros, precisó a El Patagónico que durante la jornada de ayer su nieto fue intervenido quirúrgicamente durante más de tres horas y se encontraba fuera de peligro. «Tengo que agradecer a la creencia que yo tengo, en la Virgen del Valle, que tengo a mi nieto vivo y al amiguito de él».

Luego se quejó: «todos los días está lleno de chicos y si ven el crecimiento de toda esta zona, un poco más los pozos y la alta tensión están en los patios de las casas».

SIN CANDADOS NI SEÑALIZACIÓN

El presidente de los jubilados petroleros denunció que a la empresa meses atrás «la clausuraron por falta de seguridad. Si mi nieto y el otro chico no estaban vivos, ¿quién iba a asumir esta responsabilidad? A esta empresa le hicieron toda clase de procedimientos. ¿Será tan poderosa que nadie interviene?», interrogó.

Según Quinteros, ese pozo «hace más de un año que no trabaja. Esa puerta estaba abierta sin candado, sin carteles y con 380 voltios. Están esperando que un chico muera para que intervengan. Que no ocurra con más nadie. Ellos (su nieto y el amigo) creyeron que todo esto estaba abandonado y quisieron jugar», lamentó entre lágrimas.

«La desesperación que sigo teniendo y la indignación es porque no puede ser que estas cosas ocurran por prevalecer una fuente de trabajo, o no sé qué negocio; de que estos tránsfugas tengan yacimientos casualmente en los patios de las casas y que nadie actúe», criticó.

Para el abuelo, en los peritajes policiales se confirmará que en el lugar del transformador «le faltaba la puerta al cerco, candado y letreros de señalización de peligro». Sin embargo ayer rápidamente fueron colocados los candados y carteles correspondientes.

«No sé si esta empresa tiene inspecciones de hidrocarburos, Petrominera o de la Secretaría de Trabajo. ¿Dónde están las actuaciones? ¿Por qué pasó esto? ¿Quién es el negligente? Hoy podemos contarla y decir que no tuvimos una desgracia de dos chicos muertos en el barrio Las Latas a cien metros de un polideportivo en el que están todos los días cientos de chicos. Qué alguien dé una respuesta», pidió Quinteros.

Fuente: www.elpatagonico.com

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