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Si su niño lleva crocs, tenga cuidado con las escaleras eléctricas

La que era una tranquila salida familiar se convirtió en un gran susto cuando al pequeño Martín se le incrustó el pie en una de las 52 escaleras eléctricas, del centro comercial Santafé de Medellín.

Esa tarde del domingo 11 de septiembre, el niño de seis años tenía puestos unos crocs, zapatos zuecos elaborados de croslite, material similar a la goma.

Gerardo, su padre, no vio a nadie que detuviera la escalera en el momento del accidente, por lo que cree que fue un ángel el que lo salvó puesto que él tenía el pie encorvado e incrustado en el borde.


“El pánico que sentí fue increíble y por eso grité hasta que la detuvieron. Le saqué el pie, con un paramédico lo llevé a enfermería y salimos sin consecuencias qué lamentar”, señaló Gerardo.

Las escaleras nunca se han visto como un elemento de peligro, sino como la atracción más divertida de los centros comerciales, y como Martín, muchos niños han tenido la tentación de jugar en ellas. A él no fue un ángel el que lo salvó sino que, según Carolina Polanía, de Melco de Colombia (proveedora de estas escaleras), al enfrentar un obstáculo, los sistemas de seguridad frenan para evitar un accidente.

El productor de los crocs advierte que en estas escaleras se debe tener precaución porque, con la fricción con el metal, estos zapatos se calientan y se adhieren a la escala.

Ana Carolina Sánchez, vocera de Santafé, indicó que el tema es recurrente y preocupa al centro comercial, razón por la cual realizan campañas para que tanto adultos como niños hagan uso adecuado y tomen las precauciones necesarias para evitar accidentes. Además, cuentan con un vigilante permanente en las escaleras y señalización de colores, con líneas y habladores con recomendaciones.

Por fortuna, Martín está bien y lleva al colegio el zueco partido, para que sus compañeros aprendan la lección y no sufran el mismo susto.

Fuente: www.elcolombiano.com

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