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La explosión en Presa de Bravo se sintió en al menos cuatro comunidades

Las llamas se elevaron 300 metros; la detonación, en las cercanías de la carretera Querétaro-Coroneo

Corregidora, Qro., 10 de julio. Una fuerte explosión en la casa de válvulas de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se ubica en la comunidad Presa de Bravo, municipio de Corregidora, ocurrió a la una de la mañana de este martes y provocó un incendio con llamas de hasta 300 metros.

El estallido se sintió en las comunidades de Charco Blanco, Presa de Bravo, Bravo y El Jaral, de donde Protección Civil evacuó a aproximadamente 130 personas, pues las primeras viviendas de esas localidades se encuentran a unos mil metros de Taponas, donde existe una subestación de Pemex cuyos ductos se calentaron. No hubo pérdidas humanas a causa de esta conflagración.

Pemex informó que la detonación afectó los ductos de 36 pulgadas que transportan gas natural en la línea de conducción México-Guadalajara, y en las de 14 pulgadas del tramo Cactus-Guadalajara, además del oleoducto de 16 pulgadas Poza Rica-Salamanca.

El suministro de gas natural fue suspendido en los municipios de Querétaro, Corregidora y El Marqués, y afectó a más de 58 mil usuarios de tipo residencial, comercial e industrial, no así en hospitales de esas demarcaciones.

Aproximadamente 300 elementos del Ejército asumieron el control de la zona, y junto con unidades de seguridad del estado y de los municipios de Corregidora y Huimilpan (conurbadas a la capital del estado), acordonaron desde el kilómetro 2 de la carretera Querétaro-Coroneo, y establecieron cuatro retenes para impedir la circulación vial y peatonal, mientras que personal de la empresa paraestatal realizaba trabajos de verificación.

Alfredo Botello Montes, secretario de Gobierno, indicó que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo la investigación del caso y será esta dependencia quien dé a conocer las causas que la originaron. La autoridad estatal, no obstante, mantendrá la »alerta máxima» decretada en abril tras el asesinato de dos personas relacionadas con acciones del narcotráfico.

Aunque el funcionario rechazó que en Querétaro estén asentadas células del Ejército Popular Revolucionario (EPR), dicha organización hizo dos pintas, una en las instalaciones incendiadas y otra en una de las comunidades cercanas.

Algunos lugareños relataron que desde las 11 de la noche del lunes empezaron a escuchar un zumbido como de aire. Fue a la una de la madrugada del martes que los despertó un fuerte trueno. »Se oían los vidrios (de las ventanas) cómo tronaban», relató Francisca Torres, habitante de Presa de Bravo.

Ramón Padilla, poblador de ese mismo lugar, indicó que la casa de válvulas no tenía vigilancia y no vieron que personal de Pemex llegara a realizar revisiones. Al menos la mitad de las personas que fueron desalojadas regresó a sus viviendas cinco horas después de la explosión, pero el resto permanecía en los albergues que fueron habilitados en la presidencia municipal y la casa de la cultura de Corregidora.

Gerardo Quirarte, secretario de Gestión de Emergencias de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, aseguró que ya no existe riesgo para los habitantes, aun cuando se podían observar las llamaradas que, se informó, seguirán hasta que se consuma el gas.

Por la tarde, las llamaradas habían disminuido a unos cinco metros y se calcula que el fuego se apague la madrugada de este miércoles al terminar de quemarse los remanentes de gas de la casa de válvulas de Pemex.

MARIANA CHAVEZ

Fuente: www.jornada.unam.mx

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