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Elevan a juicio oral la causa por la explosión en una lavandería en 2009

René Auvieux fue sobreseído por las lesiones de tres empleados, pero no por los fallecimientos. Sin fecha El dueño está acusado de cuádruple homicidio culposo por la muerte de cuatro empleados

ESCOMBROS. Tras la explosión el local de la lavandería quedó derruido. la gaceta / foto de antonio ferroni (archivo)

La tarde del 20 de julio de 2009, alrededor de las 20, una explosión en la lavandería industrial que funcionaba en Santiago al 1.400 ocasionó la muerte de cuatro empleados y otros tres resultaron heridos. Por ese caso será enjuiciado René Rodolfo Auvieux, quien era propietario del local cuando ocurrió la tragedia. El hombre de 61 años está acusado de cuádruple homicidio culposo, un delito que prevé una pena máxima de 10 años de prisión.

Si bien todavía no se fijó una fecha para el inicio del debate oral y público, el abogado querellante Pablo Bauque informó a LA GACETA que el Juzgado de Instrucción de la V° Nominación ya aprobó la elevación de la causa a juicio.

Auvieux está imputado por las muertes de Javier Lizárraga, Carlos Reinaldo Hansen, Lucía del Carmen Pérez y Mariana Rasparí, todos ellos empleados de la lavandería. En ese hecho también resultaron heridos José Ricardo Contreras, María del Valle Díaz y Dora Haydée Argañaráz (también empleados). Sin embargo, Auvieux fue sobreseído por el delito de lesiones en su contra. Es decir que para la Justicia, el dueño de la lavandería no fue responsable de las heridas que sufrieron Contreras, Díaz y Argañaráz.

Dos testimonios clave

Javier Lizárraga y Carlos Hansen fallecieron el mismo día que explotó una secadora planchadora industrial (denominada calandra). Mientras que Lucía Pérez y Mariana Rasparí murieron durante los días posteriores al hecho como consecuencia de las graves quemaduras sufridas.

El Juzgado consideró que el dueño de la lavandería debió prever los resultados y lo acusó de incumplir las normas de seguridad vigentes por no realizar las tareas de mantenimiento necesarias. Para ello, el juez se basó en las declaraciones de varios testigos. El testimonio más relevante es el de Haydée Argañaráz, una de las mujeres heridas, quien aseguró que llevaba 23 años trabajando en esa lavandería.

“Lo único que puedo decir -declaró la mujer- es que la planchadora ya venía rota desde hace un año y que sólo se le hacían soldaduras parciales”. En ese sentido, Argañaráz señaló al ingeniero electricista Miguel Langa como el encargado del mantenimiento.

Pero a la hora de dar su versión de los hechos, Langa expresó: “se tendría que haber contratado a un ingeniero en seguridad para que vea todo lo relacionado a la seguridad de las máquinas. Si hubo o no un ingeniero en seguridad, no lo sé, yo nunca vi uno”.

Luego de escuchar esas declaraciones, el magistrado consideró que “el resultado era evitable si se hubieran tomado las medidas de seguridad necesarias que exigían la actividad”.

En una primera instancia, Langa también estuvo imputado por cuádruple homicidio culposo, pero más tarde fue sobreseído.

Fuente: www.lagaceta.com.ar

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