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El mural contra el trabajo infantil de Banksy, vendido entre champán y techno

La obra fue subastada en secreto el domingo en Londres y recibió tres ofertas de unos 900.000 euros, pero su comprador final no ha trascendido todavía

Mural de Bansky que ha sido vendido

El mural de Banksy sobre el «Trabajo esclavo», arrancado el febrero pasado de una pared del norte de Londres, fue subastado este domingo por la noche en Londres en una recepción privada a ritmo de música house en los bajos del London Film Museum en Covent Garden. La puja duró unas tres horas y media, en las que se sirvió a los asistentes champán Taittinger, hasta que cerró a las nuevo y media de la noche con tres pujas por la obra superiores a las 750.000 libras (casi 900.000 euros), según ha sabido la agencia Bloomberg.

El mural, que el artista pintó con su habitual técnica de «stencil» y spray de pintura en un muro de una tienda de tipo «todo a cien» en Wood Green, ilustra a un niño de aspecto asiático cosiendo banderitas británicas. Fue la manera de Banksy, un «grafitero» poco amigo del sistema, de sumarse –de manera crítica– a las celebraciones en toda la Commonwealth y en Reino Unido por los 60 años de reinado de Isabel II.

Ahora, no se sabe si su destino final está en Europa o en Estados Unidos, donde ya existía un posible comprador dispuesto a pagar un millón de dólares (760.000 euros). La obra, según ha verificado Bloomberg, está en manos de los propietarios de la lonja donde está la tienda de Poundland que eligió Banksy para su mural, propiedad de una sociedad a nombre de Robert Alan Davis y Leslie Steven Gilbert, dos empresarios inmobiliarios de Essex. El mural reapareció en Miami el 23 de febrero para ser vendido en una subasta online, pero las protestas de los vecinos y del concejo local de Haringey llevaron a los responsables de Fine Arts Auctions a retirar la obra de la subasta.

Dudas sobre la autentificación

El encargo de sacarla a la venta recayó en Robin Barton, dueño de la compañía Bankrobber, conocido por haberse encargado de llevar al mercado del arte otras obras de Banksy y de artistas callejeros que otros marchantes no sabían gestionar. Barton, que representa a Davis y Gilbert, ha explicado esta semana en dos correos electrónicos a Bloomberg, el único medio con el que han hablado, que está en conversaciones con los propietarios para elegir la oferta más interesante.

Banksy, el artista callejero más célebre de la escena del «street art», fue identificado en 2008 como Robin Gunningham, de Bristol, aunque nunca ha confirmado su identidad. En febrero de 2008 creó la empresa Pest Control para controlar el proceso de autentificación de sus obras, lo que le permite sacar al mercado de forma ortodoxa cierta obra gráfica, mientras deja a las leyes de la calle sus codiciados grafitis, realizados sin permiso en paredes ajenas. Se da por hecho que el artista no ha autentificado «Slave Labour», algo que no resulta un problema para Barton.

Mientras varios especialistas se han sumado al debate generado por la polémica venta para defender que sin autentificación no hay mercado, Barton lo ve diferente. «Estas pinturas no necesitan certificado, si uno acepta que Banksy ha realizado una contribución significativa a la Historia del arte del siglo XXI, esta está representada sobre todo en sus viscerales obras callejeras, creadas a menudo de noche y bajo la amenaza del arresto», explica a Bloomberg. «Los lienzos pintados con spray no son más que una pobre imitación de su auténtica obra», cree, desdeñando anteriores ventas como la de «Love is in the Air», subastada en Londres en marzo del año pasado por 105.000 euros.

Fuente: www.abc.es

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