El director de la carrera de Higiene y Seguridad en la Construcción de la Facultad de Arquitectura de la UNR, Rubén Benedetti, expresó que muchos empresarios no toman medidas de protección para ahorrar. Agregó que los Estados deben hacer cumplir las normativas a sus contratistas
Un experto en higiene y seguridad en la construcción de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se refirió a los accidentes laborales en la construcción y en obras públicas contratadas por organismos estatales y manifestó que en la mayoría de los casos no se toman medidas de protección por una “cuestión económica” y los gobiernos son cómplices, a su manera, por no fiscalizar como corresponde a sus propios contratistas.
“La seguridad laboral sigue viéndose como un gasto y no como una inversión para la integridad de los trabajadores”, evaluó el arquitecto Rubén Benedetti, director de la carrera de especialización en Higiene y Seguridad en la Construcción que se dicta en la Facultad de Arquietctura de la UNR.
El especialista agregó además que cuando el Estado es el que contrata las obras suele defenderse diciendo que solicitó medidas de protección en el procedimiento de adjudicación.
“Decir «yo puse el pedido de seguridad en los pliegos» muchas veces es un descargo para después que ocurren las cosas. El tema no es pedirlo solamente sino también hacer que se cumpla”, manifestó Benedetti en diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2).
El procedimiento
Sobre la reglamentación vigente para las tareas en profundidad, el arquitecto explicó que “siempre que se trabaje por encima del 1,20 metro sobre el nivel del suelo y haya riesgo de derrumbe, los laterales deben estar protegidos por una entibación (paneles que sostienen y fijan el terreno inestable)”.
El experto dijo que para los casos de obras en zanjas o cloacas en terrenos inestables o inundables debería colocarse una especie de protección metálica que le dan tiempo suficiente al obrero para salir por sus propios medios en caso de derrumbe.
El procedimiento que explicó comienza con una apertura de la zona con máquinas, luego se coloca este cajón metálico. En el momento que avanza la obra, el trabajador sale de ese lugar y va avanzando.
Benedetti manifestó que en muchas oportunidades los empresarios de la construcción reúsan a usar este tipo de elementos por el costo. “Me dicen «por tan poco tiempo que dura la obra no quiero gastar ese dinero»”, expresó el especialista y añadió que “es poco común ver ese mecanismo de entibación en la obra pública”.