Fatalidad. Mientras realizaba trabajos de limpieza en la 20ª,
un agente retiró un matafuego que explotó.
Estalló un extintor en una seccional y
dejó en grave estado a un policía.
El artefacto había sido recargado hace un mes.
Se desconocen las causas del siniestro. El efectivo tiene dos hijos.
Un agente de la seccional 20ª de Empalme Graneros, en la zona
norte de la ciudad, sufrió gravísimas heridas en la cabeza al estallar un
matafuegos mientras realizaba tareas de limpieza dentro de la dependencia. "Fue
un accidente, un hecho fortuito que nos tomó por sorpresa y que nos duele a
todos. Lo demás está en manos de Dios", sostuvo ayer el responsable de la
comisaría, Fernando Torres, quien remarcó que el extintor estaba en condiciones
y se le habían realizado los chequeos de rutina.
Todo ocurrió cuando Claudio Hernán Bravo, de 31 años e
integrante del plantel de la seccional ubicada en Carrasco al 2100, se
encontraba junto con un compañero "de fajina", es decir haciendo limpieza de la
cocina-comedor. Según fuentes de la Unidad Regional II, en un momento Bravo
habría tomado un matafuego de 10 kilos para sacarlo al patio.
Eran cerca de las 22.30. No estaba claro ayer si el artefacto
estalló solo por alguna falla interna o si reventó al impactar accidentalmente
contra el piso. El agente que estaba con Bravo no alcanzó a ver nada porque
estaba de espaldas a su compañero cuando de pronto una fuerte explosión lo
sorprendió. Cuando giró de un salto comprobó que el matafuego había reventado y
que Bravo yacía inconsciente en el piso con su rostro complemente desfigurado.
"Al explotar, el extinguidor se desfondó y salió despedido
para arriba. Al parecer impactó de lleno en la cara de Bravo, causándole pérdida
de masa encefálica", indicaron fuentes de la Unidad Regional II. Por su parte,
el titular de la comisaría, Fernando Torres, consignó que al lugar acudieron
rápidamente dos ambulancias. El agente fue derivado al Centro de Emergencias
Rosario (CER), de Alvear al 800, donde quedó internado en la sala de cuidados
intensivos con pronóstico reservado.
Las principales autoridades de la policía, y muchos
compañeros, pasaron por allí para expresarle su solidaridad a los familiares de
Bravo. Torres comentó que el agente llevaba cinco años de servicio en la Unidad
Regional II, y no dudó en calificarlo como "un excelente empleado". Con respecto
a su familia, el comisario de la 20ª remarcó que tiene mujer y dos pequeños
hijos.
Un cuadro desgarrador "Yo había salido con un sumariante
cuando me avisaron de la explosión. Cuando regresé de inmediato a la seccional
me encontré con un cuadro desgarrador", admitió Torres. "Fue un desgraciado
accidente, que ocurre uno cada mil. Esto nos dejó a todos muy mal, porque Bravo
es un buen compañero y empleado ejemplar", sostuvo el oficial mientras esperaba
novedades sobre la evolución del agente.
Con relación al extintor, el responsable de la seccional
remarcó que el mismo aparato que explotó había sido recargado a principios de
septiembre. "De ninguna manera estaba vencido porque debía ser rellenado
nuevamente en septiembre del año próximo. Hace poco se dispuso que todos los
matafuegos fueran recargados, y yo mismo realicé ese procedimiento. Le puedo
asegurar que no hubo negligencias en ese sentido y que todo estaba completamente
en orden", remarcó.
Fuentes ligadas a la investigación comentaron que el extintor
era "un modelo bastante viejo" y que las restos del mismo serían peritados por
la Universidad Nacional de Rosario para conocer los motivos de la explosión. El
accidente es investigado por el juzgado correccional en turno y por la División
Judiciales de la policía local.
Fuente: Diario La Capital
|