Al menos 300 personas murieron y 235 resultaron heridas ayer
en el nordeste de Irán cuando vagones cargados con gasolina, fertilizantes y
productos con azufre descarrillaron aparentemente durante un sismo,
produciéndose una enorme explosión e incendio, que destruyó centenares de
viviendas en cinco localidades de la zona, según informaron las autoridades
iraníes.
En el convoy había 17 vagones de azufre, seis de gasolina,
siete de abonos y diez de algodón, y explotó cerca de Nishapur, a 75 km de la
gran ciudad de Machhad y a 700 de Teherán, había declarado poco antes Vahid
Baragtchi, un responsable del Estado mayor provincial de lucha contra las
catástrofes naturales, citado por la agencia oficial Irna. "Cinco poblados
fueron devastados cuando los vagones con azufre y gasolina explotaron", añadió
Vahid Baragtchi.
Las chispas producidas al salirse de las vías los vagones en
la provincia de Khorasan, limítrofe con Turkmenistán y Afganistán, incendiaron
la explosiva carga. La acumulación de gases provocó luego una gran deflagración.
La agencia estatal Irna dijo que el terremoto pudo ser una causa del
descarrilamiento y posterior estallido de los vagones.
Todavía no está claro cómo fue que el tren con unos 50
vagones comenzó su marcha desde la estación de Abu Moslem, donde se encontraba
aparcado. Sin motivo aparente comenzó a deslizarse hacia la vecina estación de
Jayam, donde algunos vagones descarrilaron y explotaron.
Las vibraciones geológicas, posiblemente un terremoto, fueron
citadas por un funcionario local como la causa del repentino movimiento de los
vagones. Pero tampoco se descarta un error humano.
La televisión iraní mostró vagones en llamas, carbonizados y
reducidos a chatarra, y una espesa nube de humo negro que ascendía hacia el
cielo. Jóvenes correteaban alrededor de los restos, buscando pertenencias de los
fallecidos. El portavoz de la oficina del gobernador en la ciudad de Nishapur, a
20 kilómetros del accidente, había dicho antes que se habían rescatado 183
cuerpos, pero agregó que podrían haber más bajo los escombros.
Quemaduras graves Indicó que 235 heridos habían sido llevados
a un hospital de la zona y que el incendio estaba a punto de ser apagado en los
lugares cercanos a la ciudad de Nishapur, donde nació el poeta medieval Omar
Khayyam. El pueblo donde ocurrió el accidente tomó su nombre del apellido del
poeta. Muchos de los heridos tenían quemaduras severas y los médicos pedían
sangre con urgencia.
El desastre se produjo en medio de una gran incertidumbre
política en Irán, con controvertidas elecciones parlamentarias previstas para
mañana, y en un país que aún no se recupera de un fuerte terremoto registrado el
26 de diciembre en la ciudad de Bam, en el sureste del país, en donde murieron
40.000 personas.
Irna dijo que cinco pueblos habían resultado seriamente
dañados por la explosión. Las ambulancias y los helicópteros de rescate se
apresuraron para llegar a la zona del siniestro. Agentes de seguridad
acordonaron la zona hasta un kilómetro de distancia a la redonda. La televisión
mostró vagones volcados al lado de las vías, con casas situadas sólo a unos
metros de distancia.
La explosión destrozó los cristales de las ventanas en un
radio de más de 10 kilómetros y el temblor de la tierra se sintió hasta a 70
kilómetros de distancia. Un funcionario local dijo a Irna que entre los muertos
estaban habitantes del pueblo y algunos de los más de 200 bomberos que combatían
el fuego.
Irna dijo que el gobernador de Nishapur murió en el
accidente, junto al director del departamento de distribución de electricidad de
la ciudad y al jefe de bomberos, además de un experimentado periodista que tenía
más de 26 años trabajando en la agencia.
En el peor accidente ferroviario del último cuarto de siglo,
al menos 575 personas murieron el 4 de junio de 1989, cuando dos trenes de
pasajeros descarrilaron al estallar un gasoducto que tenía una fuga y que corría
por los montes Urales rusos. (Reuters y AFP)
FOTOS
www.lacapital.com.ar/2004/02/18/mundo/noticia_76362.shtml
www.lacapital.com.ar/2004/02/19/mundo/noticia_76509.shtml
Fuente: Diario La Capital
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