HISTORIA
SOBRE LA GESTACIÓN DE LAS MÁS GRANDE TRAGEDIA QUÍMICA
Introducción
El 19 de
noviembre de 1984, un gravísimo accidente químico ocurrido en una planta de
almacenamiento y distribución de gas licuado (GLP) en San Juanico (Méjico) causa
entre 500 y 600 víctimas mortales y unos 5.000 heridos, según fuentes oficiales.
La violenta explosión de estas instalaciones de Pemex (Petróleos Mejicanos)
provocó un gigantesco incendio, con llamas de hasta 300 metros de altura, y una
radiación térmica tal que sólo el 2% de los cadáveres pudieron ser reconocidos.
Dos semanas después, otro accidente químico estremece al mundo, esta vez en
Bhopal, en el corazón de la India.
La ciudad
de Bhopal, considerada como "la Bagdad de la India", es la capital del estado de
Madhýa Pradesh, uno de los más pobres de la India. En la madrugada del 3 de
diciembre de ese mismo año, una fábrica de pesticidas propiedad de Unión Carbide
sufrió un escape de 42 toneladas de isocianato de metilo, provocando la muerte
de miles de personas y dejando un reguero de más de medio millón de afectados.
La
envergadura de ambos accidentes y su proximidad en el tiempo despiertan la
lógica alarma social y la conciencia de los gobiernos de los países más
industrializados de todo el mundo sobre la carencia de medidas de seguridad en
las fábricas de producción química. Como resultado de esta concienciación y de
la implicación en materia de seguridad de las administraciones públicas nace en
el seno de la Unión Europea, por poner un ejemplo, la Directiva Seveso I,
posteriormente modificada y sustituida por la Seveso II, sobre la adopción de
planes de seguridad y emergencia en la industria química.
Unión
Carbide
La
multinacional norteamericana Unión Carbide se crea a principios del siglo XX por
medio de la fusión de varias empresas para dedicarse a la fabricación de
material eléctrico. Pero a mediados de siglo, tras una importante expansión
empresarial de ámbito internacional, deja de producir sólo pilas, linternas y
otros componentes eléctricos complejos para dedicarse además a la industria
química y, en concreto, a la fabricación de herbicidas, pesticidas y otros
productos para la agricultura. Con ello, Unión Carbide se suma al fulgurante
avance tecnológico del sector químico, con 130 filiales repartidas por 40 países
y una plantilla de 120.000 empleados de todas las categorías, convirtiéndose así
en la tercera empresa química de Estados Unidos.
Hasta
mediados de los años 50, las plagas devoradoras de cosechas hacían estragos en
cualquier latitud del mundo. Uno de los pocos mecanismos eficaces de defensa con
que contaban los agricultores era el DDT, potente contra los pulgones y otros
parásitos pero nocivo para el hombre, ya que el DDT era altamente tóxico tanto
por ingestión como por contacto. De hecho había comenzado a ser prohibido en
numerosos países, aunque continuaba empleándose en los más subdesarrollados por
la falta de un sustituto igualmente eficaz, barato e inocuo. Había una verdadera
necesidad de encontrar ese producto milagroso que, además de conseguir los
mismos resultados que el DDT, fuera barato, no afectara a la salud pública y
fuera respetuoso con el medio ambiente. En esta línea de trabajo, Unión Carbide
crea el SEVIN en 1957.
Un milagro
llamado SEVIN
Los
entomólogos Harry Haynes y Herbert Moorefield, junto con el químico Joseph
Lambrech, contratados por Unión Carbide, fueron los creadores del proyecto
experimental "77" (Seven-Seven), que luego pasaría a denominarse SEVIN. Este
pesticida cumplía con todos los requisitos anteriores: económico, eficaz contra
las plagas más comunes y completamente inocuo para el hombre y el medio natural.
Sin embargo, el proceso de fabricación implicaba el empleo de unas sustancias
altamente tóxicas como la monometilamina (o metilamina anhidra) e incluso
potencialmente letales como el gas fosgeno. La reacción de estos gases entre sí
forman el isocianato de metilo (MIC), que es la base de la producción del SEVIN
y una de las sustancias más inestables y peligrosas de la industria química.
Como
cualquier otro producto químico de nueva creación, la toxicidad del isocianato
de metilo fue probada sobre cobayas. Fue entonces cuando se descubrió que dosis
mínimas de esta sustancia destruían por completo el aparato respiratorio de
estos animales, causaban ceguera irreversible y producían quemaduras químicas en
la piel. El MIC resultaba tan peligroso que en países como Francia o Alemania
estaba totalmente prohibido por las autoridades otro tipo de almacenamiento que
no fuera en barriles de 200 litros y sólo para su utilización inmediata, en
función de las necesidades. A pesar de ello, Unión Carbide llegó a construir una
planta de elaboración de MIC en Virginia Occidental con tanques de
almacenamiento de hasta 270 toneladas de MIC con capacidad para producir hasta
30.000 toneladas de SEVIN anuales.
Empresas que elaboraban MIC en el mundo |
Empresa |
Grupo |
South Charleston
(Virginia Occidental) |
Union Carbide |
Woodbine
(Georgia) |
Union Carbide |
Texas |
Dupont La Place |
FMC Corporation
(Nueva York) |
Dupont La Place |
Amberes
(Bélgica) |
Bayer |
Dormagen
(Alemania) |
Bayer |
Mitshubichi
(Japón) |
Bayer |
Israel |
|
Corea del Sur |
|
Taiwan |
|
Con esta
nueva fórmula, Unión Carbide se dispone a conquistar y monopolizar los mercados
internacionales. Para ello contrata a Edward A. Muñoz, un gran experto en la
rama comercial, al que coloca al frente de la división de productos agrícolas,
de la que llegó a ser director ejecutivo. Fue Edward A. Muñoz quien consideró
viable la expansión de la compañía en la India y estableció allí hasta 14
plantas en todo el territorio; una de ellas fue la de Bhopal. Lamentablemente,
nadie le escuchó cuando expuso los riesgos de almacenar MIC en grandes
cantidades y de construir una fábrica excesivamente grande.
Fosgeno
(oxicloruro de carbono)
Número ONU:
1076
Gas licuado
comprimido, no inflamable y extremadamente tóxico.
Usado en
otros tiempos como gas venenoso para fines militares.
El vapor es
más pesado que el aire.
Reacciona
con el agua formando cloruro de hidrógeno o ácido clorhídrico.
Se debe
considerar la evacuación de la zona situada en la dirección del viento.
Olor
fuerte, sofocante y dulce como la hierba recién cortada.
SALUD:
provoca irritación de la piel, daños en la córnea, pérdida de visión y ceguera,
tos, dolor al respirar, dolor de cabeza, náusea, vértigo, sed, esputos espesos o
espumosos, neumonía y muerte por fallo respiratorio o cardíaco (los efectos
graves pueden aparecer horas después de la exposición.
Monometilamina (metilamina anhidra)
Número ONU:
1061
Gas
inflamable incoloro.
Puede
inflamarse bajo virtualmente todas las condiciones de temperatura ambiente.
El vapor es
algo más pesado que el aire.
No
reacciona con el agua.
Se debe
considerar la evacuación en la zona situada en la dirección del viento.
Olor
sofocante, a pescado, parecido al amoníaco.
SALUD:
produce quemaduras químicas, posible congelación, pérdida de visión, irritación
de pulmones, nariz, garganta y ojos, respiración dificultosa y asfixia.
Isocianato
de Metilo (MIC)
Número ONU:
2480
Líquido
inflamable altamente tóxico.
Puede
inflamarse bajo virtualmente todas las condiciones de temperatura ambiente.
El vapor es
más pesado que el aire.
Reacciona
de forma violenta en contacto con el agua o con ciertos metales como zinc,
hierro, estaño, cobre, sales de otros metales y otros catalizadores, formando
monometilamina.
Su
descomposición química puede producir cianuro de hidrógeno.
Los
fabricantes sugieren una evacuación rápida en un radio de 3.000 mts. para
descargas insignificantes.
Olor agudo,
sofocante, que provoca lagrimeo, similar al de la col hervida.
SALUD: las
concentraciones altas pueden causar dolor de cabeza, náusea, vómito, tos,
dificultad al respirar, incremento de secreciones, dolor torácico, edema
pulmonar, de la laringe y bronquios, espasmos y muerte.
Acido
Cianhídrico (cianuro)
Número ONU:
1613
Líquido
incoloro inflamable y extremadamente tóxico.
El vapor es
algo más pesado que el aire.
Se debe
considerar la evacuación en la zona situada en la dirección del viento.
Olor dulce,
a almendras amargas.
SALUD:
provoca debilidad, dolor de cabeza, confusión, náusea, vómitos ocasionales,
dificultad respiratoria, convulsiones y, en dosis altas, inconsciencia rápida y
muerte.
Union
Carbide en la India
En la
década de los años sesenta, India era un mercado potencial de 400 millones de
campesinos. El gobierno de este país tenía intención de aumentar el rendimiento
de la producción agrícola y los plaguicidas eran parte fundamental de este
objetivo. Establecer una fábrica de pesticidas en la India ofrecía una doble
ventaja: abastecer rápidamente a la demanda y contribuir al desarrollo
tecnológico y económico de la nación. Es así como Unión Carbide se introduce en
el mercado indio, construyendo en 1967 una pequeña fábrica en Bhopal para la
formulación del concentrado de SEVIN, que se importaba de Estados Unidos. Esta
fábrica estaría controlada por la subsidiaria Unión Carbide India Ltd., que
ostentaría el 49% de las acciones de la empresa.
La buena
acogida del producto hace necesario incrementar la producción, lo cual anima a
la multinacional americana con el apoyo del gobierno indio a ampliar
considerablemente las instalaciones de Bhopal, que llegaría a ocupar 7 hectáreas
de terreno; Edward A. Muñoz, director de la división de productos agrícolas y de
su estrategia comercial, es el encargado de diseñar esa ampliación. Teniendo en
cuenta las características climatológicas de la India, con beneficiosos monzones
pero también persistentes sequías, 2.000 toneladas de SEVIN serían suficientes.
Sin embargo, el Ministerio de Agricultura indio les otorga un permiso para
fabricar hasta 5.000 toneladas de pesticida, y Unión Carbide las aprovecha para
evitar la competencia futura de otras empresas como Bayer o FMC Corporation. En
contra de la opinión de Edward A. Muñoz, la fábrica de Bhopal contaría para ello
con tres cisternas de MIC con capacidad total para 120 toneladas.
En 1975
culminan los trabajos de ampliación de la planta, pero hasta 1980 no empieza a
producir el isocianato de metilo. En esos seis años, el MIC se importa en
barriles de 200 litros (55 galones), que son transportados en camiones desde el
puerto de Bombay en ínfimas condiciones de seguridad.
Aunque la
fábrica no contaría con todas las medidas de seguridad previstas en el proyecto
inicial, su primer director, Warren Woomer, se había encargado de que las
existentes se cumplieran estrictamente, con la ayuda de unos técnicos expertos
como Kamal Pareek y Shekil Qureshi. A pesar de ello, entre 1976 y 1982, año en
que Warren Woomer abandona su cargo de director de la planta, se producen en
ella varios accidentes importantes. En 1976, las aguas residuales de
Unión Carbide contaminan las aguas de unos pozos cercanos provocando la muerte
de varios animales que abrevaban en ellos. Dos años después, en 1978, un
incendio calcina la unidad de alfa-naftol, provocando la alarma de la población,
que había observado desde el exterior las altas columnas de humo oscuro. En 1981
fallece un obrero por inhalación de gas fosgeno, después de haber ignorado una
de las medidas de seguridad durante el proceso de descontaminación y
desprenderse de la máscara protectora antes de que el gas se disipara; el
trabajador había resultado impregnado de este gas por una fuga en una válvula.
Por último, en 1982, en plena crisis de ventas, 25 obreros resultan intoxicados
al inhalar también gas fosgeno tras una avería en una bomba. En este caso, los
obreros deambulaban por las instalaciones sin ningún tipo de medidas de
autoprotección. En ese mismo año, la abrazadera de una canalización de MIC se
rompe y provoca una pequeña nube tóxica, de un volumen muy inferior a la
causante de la catástrofe de 1984, que por fortuna no causa víctimas.
Plan de
viabilidad de la fábrica
La euforia
comercial de Unión Carbide se empieza a esfumar a finales de los setenta, cuando
la perseverancia de un período seco arruina las cosechas de numerosos
campesinos. En 1976, la producción de SEVIN se reduce a la mitad y durante 1982
Unión Carbide India Ltd. deja de vender 2.308 toneladas, lo que significa menos
de la mitad de su capacidad de producción. Con el paso de los años, la filial
continúa acumulando pérdidas, hasta que la situación se torna tan insostenible
que la empresa matriz se ve obligada a reducir los costes de la fábrica de
Bhopal y a diseñar un plan de viabilidad.
La
regulación de empleo, como primera medida prevista para superar la crisis,
supuso una reducción progresiva de los puestos de trabajo. Más de la mitad de
los empleados son despedidos y en mayor proporción los técnicos y obreros
especializados, con contratos más elevados. Sus funciones son asignadas a
obreros no especializados y con poco o ningún conocimiento de química y
seguridad. Por otro lado, se plantea la reducción de los costes de mantenimiento
de las instalaciones con el consiguiente recorte en el presupuesto para la
compra de material. Con ello disminuye la calidad de los elementos, aumentando
al mismo tiempo su período de explotación hasta su aprovechamiento máximo, en
detrimento de la seguridad.
Por último
se toma una tercera decisión importante que es la parada de la planta. A partir
de 1983, la fábrica de Bhopal sólo se pondría en funcionamiento en la medida en
que así lo requiriese la demanda del mercado. Con las paradas de la planta se
paraban también los sistemas de seguridad: se apaga el sistema de refrigeración
de las cisternas de MIC, se desactiva la torre de descontaminación y se apaga la
llama de la torre incineradora. Se unen por tanto tres factores que desencadenan
la tragedia del 3 de diciembre de 1984:
-
Carencia de
personal técnico especializado
- Corrosión
de los materiales y equipos
- Desactivación e inutilización de las medidas de seguridad
El
ambicioso y costoso proyecto de Unión Carbide se desmorona paulatinamente hasta
que se decreta el cierre de la fábrica en el verano de 1984. Del plan de
viabilidad se pasa al plan de desmantelamiento y se comienzan a barajar los
posible países destinatarios de los equipos de la fábrica que aún se encuentran
en un estado aceptable. Cuando sucedió la catástrofe aún no se había concretado
esta operación.
El día de
la catástrofe
Era un 3 de
diciembre de 1984; sólo había transcurrido una media hora desde medianoche.
Muchas familias bhopalíes habían elegido esta noche por sus buenos augurios para
celebrar los esponsales de sus hijos. Coincidía con la celebración de un
importante concurso poético al que acudía un numeroso público procedente de toda
la región e incluso de lugares más lejanos. Por este motivo, toda la ciudad
estaba engalanada y mucha gente disfrutaba de la noche fuera de su hogar. Más de
un millón de personas de hallaban en Bhopal aquel fatídico día.
La fábrica
de Bhopal estaba parada. Uno de los escasos movimientos era el de unos obreros
que realizaban tareas de limpieza con agua a presión en el interior de unas
canalizaciones de trasiego de isocianato de metilo. Fuera de las instalaciones y
pegadas a sus muros dormían miles de personas en chabolas, organizadas en
populosos barrios peligrosamente próximos. Las autoridades civiles no habían
tenido la valentía política de reubicarlos en otro lugar sino que, por el
contrario, les habían concedido escrituras de propiedad de los terrenos donde se
asentaban. Actos demagógicos como éste sumados al abominable reciente asesinato
de la Primera Ministra, Indira Gandhi, posibilitaron la aplastante victoria del
gobierno de su hijo, Rajiv Ghandi, en las elecciones generales celebradas a
finales de este mismo mes de diciembre. El Partido del Congreso consiguió la
mayoría absoluta con 368 escaños sobre los 508 posibles.
En el
interior de los muros de la Carbide continuaban las maniobras de limpieza, sin
tomar las debidas medidas preventivas. El agua inyectada en las tuberías de MIC
circulaba con fuerza arrastrando impurezas adosadas a las paredes del tubo así
como cristales de cloruro de sodio y restos metálicos. Pero los operarios habían
ignorado la precaución de estancar el conducto con el empleo de unos discos
especiales y el agua junto con los desechos arrancados se filtraron al interior
de la cisterna E-610, que contenía 42 toneladas de MIC. Conectadas a ella había
otras dos cisternas de MIC, la E-611 y la E-619, que contenían respectivamente
otras 20 y 1 toneladas de la misma sustancia. El agua, los cristales de cloruro
de sodio y los restos metálicos en contacto con el MIC provocaron una violenta
reacción exotérmica del líquido, que pasa rápidamente al estado gaseoso con
desprendimiento de calor. En cuestión de segundos, la presión en el interior de
la cisterna pasa de 2 a 55 libras por pulgada, o, lo que es lo mismo, de 0,4 a
10,8 kilogramos por centímetro. El acero de alta resistencia con que está
construida la cisterna aguanta bien la presión, pero el gas intenta buscar
salida por alguna parte y la encuentra en las válvulas de seguridad, que
estallan por efecto de la sobrepresión. A partir de entonces la fuga tóxica es
inevitable.
Dos altas
columnas de gas, a modo de géisers, se proyectan hacia el cielo de Bhopal. Los
bomberos de la fábrica son incapaces de abatir la nube con agua pulverizada, ya
que el chorro de las mangueras no cobra suficiente altura, y los sistemas de
seguridad de la fábrica están apagados o inutilizados. Sin posibilidad de hacer
nada, la nube tóxica se va haciendo cada vez mayor y un ligero viento del norte
la impulsa en dirección contraria, hacia el sur... hacia la ciudad. Shekil
Qureshi, supervisor del turno de noche, ordena la evacuación general de la
fábrica en la dirección contraria al viento y ninguno de los empleados, salvo él
mismo, resulta afectado por la emanación de los gases.
Debido al
aumento de temperatura y la violenta reacción del MIC, éste comienza a
descomponerse en varios gases muy tóxicos e incluso letales: fosgeno,
monometilamina y ácido cianhídrico (cianuro). Todos ellos tienen una densidad
superior a la del aire, por lo que se mantienen prácticamente a nivel del suelo.
El viento empuja suavemente esta nube tóxica y la dirige hacia el sur, hacia los
barrios de chabolas, la estación de ferrocarril, una fábrica de cartonaje, la
estación de autobuses, la central eléctrica y la ciudad vieja de Bhopal; según
algunos medios de comunicación, la nube sobrevoló unos 40 kms2 de la
ciudad. De inmediato sucumben a centenares las especies animales: gatos, perros,
vacas, búfalos y pájaros. En cuanto a las personas, los primeros en morir son
los habitantes más imposibilitados: ancianos, inválidos y niños. Las calles de
Bhopal se cubren de cadáveres y de gente desesperada por huir, intentando
respirar. Uno de los gases más letales liberados en el accidente fue el ácido
cianhídrico; el cianuro bloquea de forma inmediata la acción de las enzimas que
transportan el oxígeno hasta el cerebro, provocando la muerte por insuficiencia
respiratoria. La gente cayó fulminada y así se puede observar en imágenes
grabadas de la época, con las calles verdaderamente alfombradas de cuerpos sin
vida.
Los daños a
la salud y al medio ambiente
Salud
Según el
director de la fábrica, el escape de MIC tuvo una duración de una hora, frente a
las tres horas y media que defienden los afectados. Lo cierto es que la cantidad
fugada fue tal que personas que vivían a 10 kms. del foco emisor se despertaron
en medio de violentos ataques de tos y principios de asfixia, con los ojos
hinchados y vomitando. Y es que, en efecto, como posteriormente informara el
Responsable de Salud de Bhopal, N. Nago, el isocianato de metilo ataca a los
sistemas respiratorio y circulatorio, con síntomas similares a los de un ataque
de asma. Según expertos franceses del centro antitóxico Fernand Widal, la
inhalación continuada durante unos minutos del isocianato de metilo provoca la
muerte por quemadura química de los pulmones del que lo inhala (muchas víctimas
de Bhopal se quejaban de que les ardía el pecho).
En dos días
ya habían sido hospitalizadas entre 2.000 y 3.000 víctimas en situación crítica;
entre 500 personas, según fuentes policiales, y 1.200, según fuentes médicas,
habían resultado muertas, y otros 200.000 habitantes habían resultado afectados
de consideración. Ante tremendo colapso, 200 médicos junto con cinco toneladas
de material sanitario procedentes de Bombay y Nueva Delhi habían sido enviados a
la ciudad.
En las
primeras horas, más de 20.000 personas abandonaron la ciudad. Esta huida a la
desesperada y en desbandada provocó numerosos heridos en accidentes de tráfico.
Desde los
primeros momentos, el hospital Hamidia, de Bhopal, se convirtió en el principal
centro receptor de víctimas, pero quedó inmediatamente colapsado. Los afectados
por la inhalación de los gases llegaban a los centros hospitalarios echando
espuma por la boca y retorciéndose de dolor. Los médicos de guardia del Hamidia
activan rápidamente a los forenses y las autoridades movilizan a todos los
estudiantes de medicina, a voluntarios y a otros médicos de la región. En total
3.700 médicos según fuentes gubernamentales llegaron a atender a las víctimas
durante los primeros días y semanas.
Mientras se
atiende a los afectados con aplicación de oxígeno y enjuagues con agua, las
primeras autopsias revelan que uno de los agentes agresores es el cianuro, uno
de los gases en que puede descomponerse el MIC. Los daños a la salud inmediatos
y posteriores generados por esta sustancia fueron muy severos.
Se ha
calculado que la toxicidad de la nube era 500 veces superior al empleado por los
alemanes en las cámaras de gas y 150 veces superior al gas mostaza. Esto provocó
que, además de las afecciones respiratorias, se observaran también otro tipo de
daños muy graves. Muchos quedaron ciegos o sufrieron la destrucción del olfato,
oído o tacto. Otros sucumbieron a efectos secundarios neurológicos,
inmunológicos, cancerígenos, etc. Por otra parte, muchas mujeres en estado de
gestación sufrieron dolorosos abortos espontáneos y otras que dieron a luz en
los meses siguientes, o incluso generaciones después, alumbraron hijos con
malformaciones congénitas, lo que quiere decir que el accidente de Bhopal
provocó también daños genéticos y hormonales. En este sentido, muchas mujeres
siguen sufriendo hoy, 17 años después, alteraciones en los períodos menstruales
con patologías tales como metrorragias, menorragias y amenorreas.
Hay mujeres
que nunca han tenido la regla y por el contrario, mujeres que, habiendo tenido
la regla anteriormente, dejaron de tenerla (amenorreas); otras sufrieron
menstruaciones profusas y prolongadas en sus períodos habituales (menorragias);
otras llegaban a tener hasta cuatro y cinco reglas en el mismo ciclo menstrual
(metrorragias). Estas disfunciones menstruales no están necesariamente asociadas
a la inhalación de gases tóxicos sino más bien, como explica el doctor Fernando
Muñoz Ferrer en su libro "Patología de la mujer gaditana durante la
catástrofe", al trauma psíquico y la ansiedad que han sufrido al atravesar
por una situación de catástrofe repentina.
La nube
tóxica de Bhopal provocó también daños en los pulmones, hígado, riñones y
aparato digestivo. La catástrofe se cobrará entre 16.000 y 30.000 muertos y más
de medio millón de afectados. Sólo en la primera semana murieron entre 6.000 y
8.000 personas. Una cuarta parte de la población expuesta a los gases venenosos
se ha convertido hoy en enfermos crónicos, de los cuales 50.000 han quedado con
incapacidad laboral absoluta para el desempeño de cualquier tipo de trabajo.
Medio
Ambiente
Igual que
el escape de isocianato de metilo de la fábrica de Carbide produjo daños a la
salud de las personas, también la vida animal y el medio ambiente sufrieron un
serio y prolongado castigo. Animales domésticos de todo tipo perecieron en la
catástrofe: caballos, perros, gatos, vacas, búfalos, aves, etc. Como animales
domésticos que son, convivían en los mismos espacios que el ser humano, por lo
que centenares de cadáveres de estas especies quedaron esparcidos por las calles
de Bhopal. Horas y días más tarde, sus cuerpos se descomponían a la intemperie,
lo que suponía un doble riesgo para la población superviviente: la posible
aparición de una epidemia de cólera y el consumo de carne animal infectada. Por
ello, el nueve de diciembre el alcalde de Bhopal, M. K. Bisariya, prohibió la
venta de pescado y carne en toda la ciudad.
El medio
ambiente también recibió un severo impacto. Según Greenpeace, en 1999 siguen
contaminadas las aguas de los pozos y la tierra por metales pesados y
contaminantes orgánicos persistentes (COPs) y, sin embargo, 5.000 familias
siguen bebiendo agua contaminada sin ningún tipo de control o prohibición. La
presencia de sustancias tóxicas es 682 veces mayor que la dosis máxima
aceptable. Dada la situación, las autoridades indias distribuyen periódicamente
agua potable a la población, pero no en cantidad suficiente como para evitar el
consumo indiscriminado de los pozos contaminados. Incluso los fondos destinados
a la rehabilitación del medio ambiente, fueron desviados por el gobierno de la
India para la construcción de caminos, alumbrado de calles y otras
infraestructuras fuera de la zona afectada.
La
responsabilidad del accidente
En la
conferencia de prensa convocada por Union Carbide en Danbury (Conneticut),
Jackson Browning, Responsable de Seguridad e Higiene de la multinacional, agregó
que la fábrica de pesticidas sería reabierta una vez que las causas del escape
de gas fueran precisadas con exactitud. Pero, nada más lejos de la realidad; la
fábrica jamás sería reabierta, entre otras cosas, por la firme oposición del
gobierno indio tras el accidente. Las declaraciones de Browning eran en realidad
una cortina de humo para minimizar la catástrofe e inyectar una esperanza de
futuro, cuando era conocido que la planta tenía los días contados.
Como
primera medida legal, las fuerzas de seguridad arrestan a seis altos directivos
de la fábrica de Bhopal, entre ellas a su Director, Jagannathan Mukund, el
Presidente de Union Carbide India Ltd., Keshub Mahindra y al Director General de
esta filial, V. P. Gokhale. Cinco días más tarde también es arrestado su
Presidente, Warren Anderson, que había viajado hasta la India para comprobar la
magnitud de la catástrofe. Anderson, debido a las presiones diplomáticas y al
temor a provocar un conflicto político internacional, es puesto en libertad a
las pocas horas bajo una ridícula fianza de 25.000 rupias, es decir, 70.000
pesetas. A todos ellos se les acusa de homicidio por negligencia, homicidio
involuntario, responsabilidad solidaria y otros delitos que suman más de siete
en total, pero de los que aún no han sido juzgados.
Poco
después de producirse la fuga tóxica, la autoridades ordenaron precintar las
instalaciones de la fábrica y la policía se incauta de los archivos
administrativos de la planta. No mucho después, el Primer Ministro de Madhýa
Pradesh, Arjun Singh, anuncia que la fábrica no volverá a abrirse. Fue en esos
primeros días cuando Warren Anderson intentó visitar la fábrica, impidiéndoselo
el gobierno indio. Con objeto de que no se "extravíe" o falsifique ningún
documento revelador, la planta seguirá precintada mientras duren las
investigaciones.
Rápidamente
se van conociendo algunos detalles que propiciaron la tragedia. En las
conferencias de prensa de Danbury, Union Carbide reconoce que la fábrica de
Bhopal no contaba con las sofisticadas medidas de seguridad de su homóloga de
Virginia. También sale a la luz pública que las labores de limpieza causantes
del fatal accidente la llevó a cabo personal sin cualificar, en ausencia de los
responsables técnicos.
La
responsabilidad del accidente quedó claro desde el primer momento. No obstante,
Carbide intentó culpar a uno de sus empleados indios de sabotaje e incluso un
dirigente Sij exiliado en el Reino Unido llegó a acusar al KGB soviético de acto
de sabotaje. Ninguna de ambas inculpaciones prosperaron y Union Carbide aceptó
finalmente su responsabilidad.
La
"Operación Fe"
El
accidente químico de Bhopal liberó a la atmósfera 42 toneladas de isocianato de
metilo contenidas en una de las tres cisternas de la fábrica, pero aún quedaban
intactas otras dos cisternas conteniendo 10 y 1 toneladas de MIC
respectivamente, las cisternas E-611 y E-619. Esta cantidad continuaba siendo un
serio peligro, como desgraciadamente había quedado demostrado, y había que
deshacerse de ellas. Se estudian varias formas como el almacenamiento en los
habituales bidones de 55 galones, la inertización con sales, la incineración...
Pero la única manera segura era transformándolo en otra sustancia inocua, es
decir, produciendo SEVIN. Sería la última vez que la fábrica de Bhopal
fabricaría pesticidas, pero para ello hubo que someter a la instalación a
profundas reparaciones y una meticulosa puesta a punto que apenas dura cinco
días.
Mientras la
agencias de información india UNI y TPI publican los últimos datos de la
tragedia (2.500 muertos, oficialmente 1.600, 200.000 afectados, 4.000 enfermos
graves...) se hacen público el objetivo y los preparativos de la "Operación Fe".
Ello genera una alarma social de tal magnitud que más de 250.000 personas
abandonaron la ciudad a bordo de cualquier cosa que pudiera llamarse medio de
transporte. Hasta los techos de los vagones de los trenes estaban atestados de
personas que huían de un peligro potencial, aunque más bien lo hacían de un
recuerdo catastrófico imborrable. Múltiples rostros humanos se asomaban por cada
una de las ventanillas de los autobuses para tomar aire y saludar a sus
familiares y a los medios de comunicación que estaban allí apostados. Miedo y
éxodo; Bhopal se convierte en una ciudad fantasma.
Entre
impresionantes medidas de seguridad y multitud de observadores, el 16 de
diciembre comienza la operación. Helicópteros del ejército equipados con
depósitos de agua y numerosos efectivos de bomberos provocan una lluvia
artificial en torno a la fábrica. Este procedimiento contribuiría a abatir la
nube tóxica en caso de que se produjera alguna fuga. Pero no ocurrió. La
conversión del MIC en SEVIN es todo un éxito y el primer día se generan 3
toneladas de pesticida sin ningún tipo de contratiempo. El resto del operativo
se prolonga sólo dos días más; el 19 de diciembre se da por concluida la
"Operación Fe" y 200.000 habitantes comienzan a regresar a sus hogares. La
fábrica de Bhopal ha quedado lista para su desmantelamiento total.
Reclamaciones e indemnizaciones
Como es
práctica común en este tipo de siniestros y en aras de evitar un largo proceso
judicial, con el consiguiente perjuicio de los afectados, Union Carbide
Corporation acordó con el gobierno indio una compensación por los daños que
ascendió a 470 millones de dólares, unos 80.000 millones de pesetas. Esta cifra,
seis veces inferior a la exigida por los demandantes, tomó como referencia los
3.828 fallecidos oficiales, cuando los forenses de Bhopal habían practicado
4.950 autopsias en los primeros 5 ó 6 meses siguientes al accidente. El pago se
efectuó directamente al gobierno, que sería el encargado de tramitar las
reclamaciones y distribuir las indemnizaciones. Esta "liquidación" llevaba
implícita la renuncia del gobierno a cualquier otra reclamación futura por vía
judicial.
La
malversación del dinero aportado por Union Carbide tuvo dos consecuencias: que
los afectados recibieran una cantidad irrisoria como indemnización y que parte
de los fondos se derivaran para obras públicas e infraestructuras que nada
tenían que ver con la catástrofe. Alrededor del 30% de las demandas por lesiones
y el 20% de las demandas por muerte (3.891 de 15.158) han sido rechazadas.
Los
beneficiarios de las reclamaciones cobraron tarde y mal. En los casos de
fallecimiento de la víctima, los damnificados cobraron como compensación unas
67.267 rupias de media (cerca de 300.000 pesetas) por 11.267 muertes
contabilizadas; el importe para los casos de lesiones se redujo a algo menos de
la mitad. Los daños causados a la salud mental de los supervivientes no fueron
considerados motivo de resarcimiento económico así como tampoco los hijos de las
mujeres expuestas a los gases y que sufren retardo en el crecimiento físico y
mental.
El libro
Era medianoche en Bhopal
En 2001,
cuando se cumplen 17 años del accidente químico de Bhopal, el escritor Dominique
Lapierre y el periodista Javier Moro publican el libro Era medianoche en Bhopal
(Editorial Planeta, 1ª ed. marzo de 2001), un minucioso relato de la tragedia,
empleando como eje a una de las familias de chabolistas afectadas por la nube
tóxica que acabó con la vida de miles de seres humanos el 3 de diciembre de
1984. Era medianoche en Bhopal es el producto de un magnífico, profundo y
dificultoso trabajo de investigación que tiene en cuenta el desarrollo
cronológico de los acontecimientos que derivaron en la catástrofe, el entorno
social y cultural en que ésta se produce y las consecuencias inmediatas y
posteriores que representó para una comunidad de un millón de habitantes en un
país como la India.
Esta obra
es, por otra parte, un grito de alarma y una ejemplificada advertencia de lo que
representan los avances industriales y sus potenciales efectos perniciosos sobre
las personas y el medio ambiente, en un mundo donde no en todas partes la vida
humana y el entorno natural no tienen, al parecer, el mismo valor.
Por último,
Era medianoche en Bhopal es una reclamación moral de justicia en nombre
de los cientos de miles de afectados por la fuga de un gas mortal originada por
las antiguas instalaciones de Union Carbide en Bhopal. Como lección magistral de
solidaridad, los autores se han implicado en la reparación de los daños y
financian con el fruto de su trabajo varias acciones humanitarias en Bhopal. Al
comprar este libro, el lector colabora en la financiación de una clínica
ginecológica que Dominique Lapierre creó para las víctimas más necesitadas.
LA TRAGEDIA
DE BHOPAL
En la noche
del 2 al 3 de diciembre de 1984 en Bhopal, India, una fuga de isocianato de
metilo (MIC) desde una industria fabricante de pesticidas causó la muerte de
alrededor de 2.500 personas y afectó a más de 100.000 (un 20% de la población
total de la ciudad). Algunos periódicos reportaron la muerte de 5.000 a 8.000
personas como consecuencia del accidente.
Características y propiedades físico-químicas del isocianato de metilo
El
isocianato de metilo (MIC) es un líquido incoloro de muy bajo punto de
ebullición (39°C). Tiene un olor muy penetrante y es un compuesto con alta
reactividad química. Sus usos incluyen la fabricación de resinas poliuretánicas
y de pesticidas (carbamatos).
-
Las
temperaturas elevadas facilitan la descomposición por polimerización, reventando
los contenedores.
-
Reacciona
con agua, más rápido en presencia de ácidos, aminas o álcalis.
-
El contacto
con hierro, cobre, estaño o sus sales y con otros compuestos puede desencadenar
una polimerización violenta. Son seguros el acero inoxidable, níquel o
vidrio/cerámica.
-
La
combustión de MIC puede generar gases tóxicos como HCN, óxidos de nitrógeno y
monóxido de carbono.
Como es de
esperar, también es una sustancia con gran reactividad en medios biológicos; aún
en muy pequeñas cantidades resulta agresivo para la mucosa ocular. Si es
inhalado, reaccionará intensamente con los fluidos que recubren los conductos
aéreos pulmonares. Los gases producidos por la reacción son pesados, expulsando
así al oxígeno y produciendo ahogo y eventualmente la muerte.
La toxicidad
de MIC en humanos puede resumirse en dos tipos generales: a) la absorción
accidental de dosis masivas, que resulta en toxicidad aguda; b) la exposición
prolongada a bajas concentraciones del vapor en el aire, conduciendo a toxicidad
crónica o sensibilización de las personas expuestas. Su extrema peligrosidad se
debe esencialmente a su alta volatilidad y reactividad, baja solubilidad y gran
capacidad de penetración. MIC es un electrófilo potente y reaccionan
prácticamente con cualquier biomolécula en el organismo tales como proteínas,
ácidos nucleicos, etc., inactivándolos en su función biológica.
Es una
sustancia extremadamente irritante para las membranas mucosas y tiene una
toxicidad aguda altísima. Los síntomas que acompañan la exposición a MIC son
tos, irritación del tracto respiratorio superior, salivación abundante, lagrimeo
y dificultad para mantener los ojos abiertos (actúa como lacrimógeno).
A mayores
concentraciones, aparecen dificultades parar respirar, con presión sobre el
pecho y dolor al inhalar. La exposición a cantidades muy grandes puede llevar al
edema pulmonar. En Bhopal, se notó una capacidad pulmonar reducida en 40.000
personas hasta tres meses después del accidente. MIC también tiene un efecto
irritante sobre la piel húmeda y puede causar lesiones en la córnea del ojo. Los
isocianatos son sustancias que producen sensibilización, o sea, que la gente
puede tornarse excesivamente sensible a ellos. La exposición repetida conduce a
síntomas similares a los del asma.
Está
documentado que humanos expuestos a 0,4 ppm de MIC por períodos de hasta 5
minutos no pudieron detectar su olor. Aún a concentraciones de 2 ppm, el olor no
se percibía.
A la
concentración de 0,4 ppm, no hay irritación de ojos, nariz o garganta en 5
minutos de exposición. A 2 ppm (5 mg/m3)
se presenta lacrimación e irritación pero no se puede oler. A 4 ppm los síntomas
son más marcados y son intolerables a 21 ppm.
Puesto que
los límites de olor e irritabilidad no están dentro de 3 veces el límite
permitido de exposición, se considera a MIC como una sustancia con poco margen
de seguridad.
Como si
fuera poco, prácticamente todas las sustancias involucradas en la síntesis de
MIC son también muy tóxicas (ver Tabla II), haciendo al proceso en sí muy
riesgoso.
Tabla II.
Peligrosidad de las sustancias involucradas en la síntesis de MIC (escala:
4=máximo)
Proceso de
fabricación y manipuleo
La síntesis
en escala industrial del isocianato de metilo es intrínsecamente un proceso
peligroso, que involucra la participación de varios intermediarios químicos de
toxicidad aguda elevada. Tanto el monóxido de carbono como el fosgeno se
utilizan inmediatamente después de su síntesis. Fosgeno y metilamina reaccionan
en fase gaseosa para dar cloruro de Nmetil carbamoílo (MCC). Los productos de
reacción son luego atrapados en cloroformo y pasados a un separador, de donde se
separa y recicla el fosgeno excedente. La cola de esta destilación alimenta un
pirolisador, donde MCC se descompone para dar MIC y HCl, que es separado. En el
último paso, MIC es separado del cloroformo por destilación y transferido
directamente a los tanques de almacenamiento. La cola de esta destilación es
reciclada al proceso. El HCl formado es extraído desde el cloroformo con agua.
Luego es neutralizado y eliminado.
MIC es
almacenado en tanques de acero inoxidable, bajo atmósfera de nitrógeno de alta
pureza. En la planta de UCI existían tres tanques de 57 m3,
de los cuales uno se utilizaba para almacenar temporariamente el producto de
baja calidad, que luego podía ser reprocesado o descartado. Estos tanques llevan
un control de temperatura.
MIC
polimeriza en presencia de otras sustancias y también reacciona con agua. Para
inhibir la polimerización se agrega fosgeno en el sitio de almacenamiento. La
causa primaria del accidente ocurrido en Bhopal posiblemente haya sido la
entrada de agua en el tanque de almacenamiento de MIC. Las cañerías habían sido
lavadas poco tiempo antes de suceder la fuga. Cuando MIC polimeriza se libera
una enorme cantidad de calor, la polimerización es más rápida a 25°C (200 veces)
que a 0°C y por lo tanto la refrigeración es una precaución clave en la
seguridad del proceso industrial. La polimerización es catalizada por ácido
clorhídrico; la entrada accidental de agua pudo haber causado la descomposición
del fosgeno agregado como estabilizante produciendo este ácido. La entrada de
agua en el tanque de almacenamiento resultó entonces no sólo en la remoción
parcial del inhibidor de polimerización sino también en la producción in situ de
su catalizador.
¿Qué sucedió
en Bhopal?
Unión
Carbide de India (UCI) comenzó a operar en ese país en 1969. La fabricación del
pesticida carbaryl fue planeada desde 1977. Debido a algunos problemas de
diseño, la producción del pesticida comenzó recién en 1979. La demanda, sin
embargo, fue menor que la prevista y la compañía no encontraron un beneficio de
lucro con la operación. Como consecuencia, hubo una reticencia a hacer
inversiones adicionales para seguridad o modernización del proceso industrial.
Cuando la planta fue inaugurada, una de las condiciones estipuladas por la Unión
Carbide Corporation de USA (UCC) fue que la misma debía tener su propio
superintendente (y entrenado). Luego, con el objetivo de reducir costos, este
cargo fue transferido a otra filial (Madras) y la planta de MIC quedó bajo la
órbita de otro superintendente que ya tenía la responsabilidad adicional de
otras unidades. Esto seguramente influyó en la menor infraestructura de
seguridad en Bhopal.
La
información completa sobre los sucesos ocurridos esa noche del 2 al 3 de
diciembre aún hoy es fuente de controversias pero la descripción que sigue está
constituida de todo lo publicado y de reportes confiables sobre el incidente. En
la planta de Bhopal había tres tanques de almacenamiento de MIC, los tanques
nos. 610, 611 y 619. Alrededor de las 23 la presión en el tanque 610 comenzó a
subir rápidamente desde su valor normal de 3 psi hasta los 10 psi.
Inmediatamente antes de esto, las cañerías por donde circulaba MIC habían sido
lavadas con mangueras, sin tomar las precauciones adecuadas. Los operarios que
presurizaron el tanque 611 para desplazar el MIC hacia el reactor, no
consideraron ese aumento de presión en el tanque 610 como algo para preocuparse.
Al cabo de un tiempo comenzaron a sentir ardor en los ojos. Como las pequeñas
pérdidas se consideraban algo normal, sólo reportaron esta cuando la irritación
se prolongó más allá de lo usual. A medianoche los operarios reportaron la fuga
al asistente de producción. La sala de control de MIC también reportó que la
presión en el tanque 610 era anormalmente elevada. Unos pocos minutos después el
asistente de producción comprobó que el disco de ruptura en el tanque 610,
mecanismo de seguridad que enviaba MIC al venteo cuando la presión sobrepasaba
40 psi, había saltado. MIC ya estaba escapando a través del tubo de venteo de 33
metros de altura.
La población
fue alertada a la una de la madrugada por medio de una sirena, que al cabo de un
tiempo fue desactivada. Se repitió la señal de alerta sólo una hora después. Se
sabe que algunas personas trataron de comunicarse con la planta pero encontraron
que los teléfonos no funcionaban. Para ese tiempo ya estaba muriendo gente en
las villas de emergencia vecinas a la planta y en otros sectores de la ciudad.
La policía había recibido noticias acerca de la fuga de MIC, pero al tratar de
confirmarlo con personal de la planta no recibieron información. El encargado de
la planta fue notificado del problema por las autoridades a la 1:45. El sistema
de intercomunicadores (walkie-talkie) en la planta jamás fue utilizado. La fuga
de MIC recién pudo ser controlada a las 3 de la mañana, cuando ya había escapado
a la atmósfera casi todo de las 40 toneladas contenidas en el tanque 610.
Aproximadamente unas 100.000 personas huyeron de sus casas. Si bien la prensa
denunció unos 5.000 muertos, los confirmados oficialmente fueron 1.437. Además,
pereció una gran cantidad de animales de valor económico. No se organizó ninguna
estructura de gestión de la emergencia hasta el día 4. Hubo obviamente una
saturación de los recursos de salud, materiales y humanos. La enorme afluencia
de pacientes, junto con el desconocimiento de la causa primaria de la
intoxicación, llevó a los médicos a aplicar esencialmente tratamientos
sintomáticos. Se denunció que ni la UCI ni la UCC divulgaron el plan de
tratamiento adecuado.
Al contrario
que con fosgeno, la ventilación por sí sola no ayuda en el caso de
envenenamiento por MIC, ya que, además, han ocurrido reacciones con enzimas en
sangre.
Los sistemas
de seguridad en la planta de Bhopal no funcionaron cuando se los necesitó y
muchas de las precauciones fueron ignoradas por negligencia. El diagrama de
flujo de la Figura resume los principales sucesos y sus consecuencias. En cada
estadío, una acción posible podría haber reducido los efectos negativos del
accidente. Las principales fallas en los sistemas de seguridad se resumen a
continuación.
-
El sistema
de refrigeración (de 30 toneladas de capacidad), diseñado para mantener la
temperatura del tanque con MIC a 0°C no estaba en funcionamiento, aún cuando las
disposiciones de seguridad estipulaban que si debía estarlo.
-
El scrubber
(depurador) diseñado para neutralizar las fugas de MIC no contenía suficiente
soda cáustica para el gas que finalmente escapó. El sistema fue diseñado para
neutralizar 88 kg/hr, pero en la situación real el escape fue del orden de los
20.000 kg/hr.
-
La torre de
quemado de gases tampoco estaba operativa. Los tubos conectores habían sido
desmantelados por tareas de mantenimiento.
-
Uno de los
tanques de almacenamiento (el 619) se mantenía vacío para recibir MIC de los
otros tanques, en el caso de una pérdida. Ante el pánico desatado, no se
implementó rápidamente un programa de emergencia que posibilitara el trasvase de
MIC a ese tanque.
-
Las sirenas
no fueron activadas hasta la 1:00, a pesar de que el accidente comenzó a las
23:30. Nadie en la fábrica reportó el accidente a la policía.
En resumen,
la tragedia debió su magnitud, independientemente de la altísima toxicidad del
compuesto involucrado, en gran parte a la falla de los sistemas de seguridad y a
la desprolijidad y negligencia evidenciadas en los procedimientos de manejo de
accidentes.
Es
importante mencionar que un equipo auditor visitó la planta UCI en 1982,
identificó serios problemas en el aspecto seguridad, remitiendo luego su reporte
de conclusiones a UCC. Sin embargo, no se conoce que UCI hubiera iniciado
acciones en consecuencia a las recomendaciones efectuadas. Los aspectos
mencionados en ese informe eran, en resumen:
-
El control
manual para el llenado de los tanques de MIC no tenía instrumentos para prevenir
la sobrecarga accidental.
-
La válvula
de presión en el tanque de fosgeno estaba descompuesta y no mostraba el estado
real de carga del tanque.
-
No había un
sistema fijo de spray de agua para protección en caso de fuego o de dispersión
de vapores en las áreas de operación con MIC.
-
Se
detectaron varias condiciones de operación con riesgo potencial de fugas de
tóxicos.
-
La operación
de limpieza de filtros en las cañerías de MIC se hacían sin aislar las líneas de
proceso. Las válvulas con pérdidas podían crear un peligro grave de exposición
durante la limpieza.
-
Las líneas
de entrada de alta presión, sin venteo, podían resultar en fugas de MIC cuando
se reemplazaban válvulas. No había modo de evacuar el sistema con seguridad.
Cronología
de los sucesos inmediatos (Bhopal, 3 al 10 diciembre de 1984)
-
Sustancia
liberada en el ambiente: aproximadamente 27 toneladas de MIC, más otras 13
toneladas de otros tóxicos como cianuro y fosgeno, generados desde la reacción
en el depósito 610.
-
7 de la
mañana del 3/12: 1.000 muertos contados por la policía y los hospitales.
-
Primeras 24
horas: 90.000 pacientes pasaron por cuatro hospitales.
-
6.000
personas presentaron insuficiencia pulmonar aguda. Nadie sabía que sustancia se
trataba. Un químico local propone una interpretación, que luego será la oficial,
pero no se le cree. No hay información desde la fábrica ni desde la casa central
en USA.
-
Algunos
médicos practicaron la reanimación boca a boca, intoxicándose ellos mismos.
-
Muchas
personas presentaron fuertes dolores en los ojos, con lacrimación irrefrenable y
dificultad visual.
-
Dentro de la
primera semana el número de muertos ascendió a 2.500, según cifras oficiales.
En la figura
se presenta un croquis del área afectada por el escape de MIC.
Consecuencias de la intoxicación
Población
expuesta al gas (datos oficiales): 521.262. Número de muertos en cinco años:
3.598 (oficial). Muertos “ en exceso” por año (1990): 150-200. No se consideró
oportuno contar los abortos y nacidos muertos.
El resultado
de 1.000 autopsias (jamás publicadas) demostró una toxicidad que, salvo al
riñón, afectaba a todos los órganos. El cerebelo estaba “ extrañamente” dañado
con edema masivo y hemorragia (aún en las autopsias fuera de la fase aguda). No
cuantificable, pero juzgada muy relevante, es la patología crónica respiratoria
(cercana al 30% de los casos estudiados), que a menudo vuelve totalmente incapaz
para el trabajo a personas que sólo hacen tareas manuales: de hecho algunos
estudios documentaron cerca del 97% de disnea por esfuerzo, 78% de las
infecciones recurrentes, bronquiolitis obliterante y asma. Empeoró, en
incidencia y severidad, la tuberculosis.
Se duplicó
la incidencia de cataratas precoz. Se triplicó la pérdida de agudeza visual;
apareció muy frecuentemente la conjuntivitis y lacrimación crónicas.
La toxicidad
de órganos continuó al incidir sobre la abortividad (43% de una población de
embarazadas al año del accidente).
Frecuente y
no cuantificado, fue el reporte de compromiso neurológico (convulsiones, pérdida
del tono muscular, dolores musculares y neuritis periférica recurrente). También
frecuente y poco cualificable-cuantificable resultaron la situación
psiquiátrica.
Unión
Carbide envió su médico desde USA., que dio un mensaje contradictorio sobre el
antídoto a usar; se recurrió a una política de completo deniego de información.
La indicación correcta de usar como antídoto al tiosulfato sódico, propuesta por
un químico alemán tres días después del incidente, reiterada por el Center for
Disease Control de EE.UU. una semana después y propuesta por un grupo de soporte
para las víctimas, devino objeto de infinita controversia y de hecho jamás fue
aplicada (quizás sólo en el 1% de los casos). La sospecha era fuerte (en las
publicaciones indias oficiales) que la operación de la Unión Carbide de negar la
composición del gas, de circular una versión del incidente excluyendo su
responsabilidad (sabotaje!!), y que había implicado severamente a médicos,
autoridades locales y periodistas.
La fuente
son muchas publicaciones y todos concordaron al decir que los datos eran
aproximados por defecto. Basta recordar que la estimación de muertos reconocidos
llegó a 6.000 y que son muchos los testimonios independientes que dijeron que en
el primer día la gente simplemente “desaparecía”.
Asistencia
de la población afectada
La
emergencia sanitaria fue manejada completamente por la comunidad médica de
Bhopal, con un trabajo extenuante de asistencia sobre todo en la primera semana.
Obviamente el registro de documentación en aquella circunstancia fue nada fácil.
Comenzó el trabajo de hacer autopsias, que expuso uno de los más terribles
muestrarios de daño por accidentes químicos.
El Indian
Council for Medical Research (ICMR) se vuelve el principal responsable de la
investigación sobre lo sucedido en Bhopal. Se identificó una población de
aproximadamente 20.000 pacientes para seguir sobre todo por problemas
pulmonares. El problema del daño ocular fue atendido por un grupo internacional,
sobre todo inglés, que organizó una clínica ad hoc. Desde 1986 el reporte de los
datos se publicó regularmente en revistas internacionales.
Muy pronto
se hizo evidente una separación entre los grupos que hacían investigación y
aquellos que asistían: no hubo un retorno serio de información a la población.
Varios estudios de campo realizados por grupos indios no gubernamentales (de
médicos, como el Medical Friends Circle, o de representantes de las víctimas)
puso en evidencia que muchos estudios del ICMR eran muy parciales (nada se hizo
sobre la salud reproductora o sobre el daño neurológico).
Después de
la publicación de un reporte en 1987, el reporte anual del ICMR se volvió
“reservado para el gobierno”. Muchos de los subproyectos sobre poblaciones en
riesgo se hicieron secretos, sin ninguna explicación.
Los médicos
de Bhopal evitaban la asistencia gratuita ambulatoria. Preferían ver pacientes
en la práctica privada.
CONCLUSIONES
Aspectos
sanitarios - Recomendaciones de la Comisión Internacional Médica de Bhopal
(IMCB)
-
La población
fue engañada: hay una morbilidad importante, por extensión y severidad, no
indagada sistemáticamente y mucho menos seguida y tratada de modo controlado.
-
Los estudios
de neurotoxicidad, deben ser hechos sobre un campo representativo de las
diversas fases de riesgo, y deben ser sistemáticamente indagados porque son
invalidantes en modo directo, y por la capacidad de vivir, no sólo de trabajar.
-
Se considera
necesario rever el problema de la patología psiquiátrica.
-
Es urgente
un estudio sistemático de seguimiento sobre la situación de los niños expuestos
al gas en su infancia y de aquellos con edad comprendida entre 9 y 14 años.
-
La
evaluación de las consecuencias del desastre de Bhopal debe incluir los aspectos
socioeconómicos y no sólo aquellos estrictamente médicos. En particular, la
salud reproductora de la mujer debe comprender el concepto de “ estigma social”
(ej. dificultad para casarse) vinculado al hecho de haber abortado y de tener
irregularidad crónica del ciclo.
-
La
pretensión de confidencialidad de los datos en posesión de las autoridades
indias no puede entenderse a la luz del sufrimiento de las personas afectadas.
-
El informe
del ICMR debe ser publicado: la obediencia al gobierno de los responsables
médicos de la investigación no puede prevalecer sobre el deber profesional y
ético de responsabilidad por el paciente individual y por la comunidad.
-
La población
de Bhopal tiene un derecho impostergable de tener al menos un sistema de
asistencia sanitario modelo, basado sobre el principio de la atención
comunitaria participada.
Aspectos
técnicos - Higiene y seguridad
El accidente
con MIC en Bhopal no ocurrió por culpa de la fatalidad. Hubo una serie de causas
perfectamente identificadas que concurrieron en un desenlace tarde o temprano
inevitable: Desde la elección de la tecnología para la operación de la planta,
hasta la gestión final del impacto del accidente y el rol del gobierno en todo
esto. Podemos visualizar los principales factores desencadenantes del accidente
en el siguiente orden (TABLA III):
Elección de
la tecnología.
Hay otras
tecnologías alternativas para la producción de carbaryl y otros carbamatos. Por
ejemplo, Bayer lo sintetizaba sin almacenar MIC en ningún paso del proceso. En
el caso de pesticidas y otros materiales tóxicos, los entes reguladores
estatales deben intervenir examinando las rutas alternativas para su
fabricación, al evaluar una propuesta de radicación de este tipo de industrias.
En India no parece haber sido el caso; el gobierno debió haber insistido en
obligar a extremar las medidas de seguridad al momento de otorgar la licencia
para el uso de MIC para preparar pesticidas. Esto es particularmente importante
en un país con bajo nivel de educación en la población promedio.
Localización
de la industria.
La fábrica
de pesticidas de Bhopal se estableció en 1969 en las cercanías de Bhopal. La
planta se construyó muy cerca de áreas densamente pobladas. Como se puede ver en
la Figura 5, la estación de trenes, la de ómnibus, el centro administrativo (Old
Secretariat) y los hospitales estaban todos próximos a UCI. El lago que provee
de agua potable a Bhopal también estaba cerca de la planta. Bhopal fue una de
las ciudades que experimentó un crecimiento demográfico de alrededor del 75%
durante el período 1971-1981. Este crecimiento resultó en el asentamiento de
barrios muy precarios, uno de ellos muy grande en la vecindad de la planta UCI,
que proveía de las actividades de servicio (cantinas, cafés, etc.) al personal.
La responsabilidad del gobierno al haber permitido la urbanización precaria (lo
que en Argentina llamaríamos “villas miseria”) en las proximidades de la planta
es ineludible. El gobierno había regularizado la situación ilegal de esos
asentamientos en 1983. La radicación de la industria en 1969 y la expansión de
su producción en 1979 fueron posibles por la ausencia de una legislación clara y
severa en estos aspectos.
Diseño de la
planta.
Ya hemos
visto con suficiente detalle los aspectos de seguridad que una fábrica de este
tipo debe cumplir y cuales eran las mayores falencias de UCI en este punto. Sólo
recalcaremos que evidentemente el factor seguridad requerido en estos procesos
no puede ser el mismo si la planta está en India (u otro país en desarrollo) que
si es la planta de West Virginia en USA. (UCC); la capacitación y el nivel de
educación de los operarios juegan una carta fundamental en este caso. UCC debió
haber incorporado un sistema de seguridad adicional, utilizado por Bayer. En el
evento de un escape, MIC es venteado a un área cercana inundable con agua, donde
puede ser luego neutralizado. Teniendo en cuenta que la inversión total para la
construcción de la planta fue de U$S 2 millones, este sistema no debería haber
agregado un sobrecosto apreciable.
Información
y capacitación.
El público,
las autoridades y los servicios de salud locales debieron haber sabido que MIC
era un producto muy tóxico. Asimismo se deberían haber difundido las medidas
primarias a tomar en el caso de una fuga de MIC; el simple hecho de proteger el
rostro con una toalla húmeda inactiva la mayor parte del MIC a ingresar al
organismo. Aún dicha inmediatamente después del accidente, esta información
habría salvado muchas vidas. El hecho que ocurriera más muertes aún en la noche
siguiente (al bajar la temperatura nuevamente) se debió fundamentalmente a la
falta de una difusión eficiente de la información meteorológica sobre la
dirección del viento. Tanto la compañía como el gobierno debieron usar los
medios televisivos y radiales para propagar información y medidas preventivas.
Cuando una
sustancia tan tóxica como MIC se almacena en el medio de una ciudad, los médicos
locales no pueden ignorar el curso posible de acción en caso de una fuga. Ni
Unión Carbide ni el gobierno hicieron algo al respecto. Aún dos meses después
del incidente había una gran desinformación entre los médicos, lo que condujo a
que éstos aplicaran esencialmente tratamientos sintomáticos ante la falta de un
procedimiento apropiado. La demora en informar inmediatamente a las autoridades
públicas fue otra falla inexcusable de comunicación. No se prepararon planes
para procedimientos de emergencia: los médicos supieron del accidente sólo
cuando los pacientes comenzaron a llegar al hospital.
Sistemas de
operación y mantenimiento.
Las
principales causas del accidente se deben a aspectos incluidos en este rubro. De
haber sido la planta adecuadamente operada y mantenida podría haberse evitado la
tragedia. Como ya vimos, un equipo auditor visitó la planta UCI en 1982,
identificó serios problemas en el aspecto seguridad, remitiendo luego su reporte
de conclusiones a UCC. Sin embargo, no se conoce que UCI hubiera iniciado
acciones en consecuencia a las recomendaciones efectuadas. La renuencia a
efectuar mejoras en seguridad tiene una explicación simple y es de índole
económica. UCI de Bhopal no estaba dando beneficios y como consecuencia de esto
a) el número de operarios para mantenimiento había sido reducido; b) no se
instalaron nuevos dispositivos de seguridad y c) hubo negligencia en todo lo
relacionado a la seguridad en sí y a las precauciones de seguridad. A pesar de
que desde 1978 habían ocurrido seis accidentes con MIC, ni la gerencia local ni
la casa matriz intervinieron para mejorar a la seguridad. No había manuales o
ejercicios preparados para la actuación en la emergencia en planta. Es una razón
para explicar el pánico que se apoderó del personal al detectar la fuga. Y esta
sería la razón por la cual nadie operó la válvula que conectaba los tanques 611
y 619 (mantenido siempre vacío como tanque de alivio).
Manejo de la
emergencia.
En India, si
bien los desastres naturales son bastante frecuentes, no son así los
industriales, y entonces los sistemas de respuesta ante estos eventos no estaban
desarrollados. Los principales puntos flojos fueron, en resumen:
a) Demora
incomprensible para alertar al público. Deberían haberse utilizado los medios de
comunicación masivos y también los móviles. La evacuación organizada en medios
de transporte habría reducido la magnitud de la tragedia.
b) La
presión sobre el sistema hospitalario fue también un factor clave; el hospital
público más grande tenía una capacidad de 750 camas y la noche del 3 de
diciembre pasaron unas 12.000 personas con afecciones serias. hasta el día
siguiente el número de pacientes subió a 55.000.
c) En los
grandes asentamientos industriales, es obligatorio contar con un plan de manejo
de emergencias, que debe incluir los siguientes aspectos: identificación precisa
de los responsables del alerta y acciones inmediatas, procedimientos de
evacuación, rehabilitación y descontaminación del área contaminada. En USA, las
firmas industriales que manipulan sustancias químicas peligrosas no pueden
obtener su licencia de operación hasta tanto ese plan de emergencia sea
presentado y luego revisado y aprobado por un organismo del gobierno federal con
competencia en el tema.
Resumen del artículo “BHOPAL, UN ALERTA AL USO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS
PELIGROSAS EN ESCALA INDUSTRIAL” de Gerardo D. Castro, Centro de
Investigaciones Toxicológicas, CEITOX (CITEFA-CONICET). Contacto: CEITOX
(CITEFA-CONICET). Juan B. de La Salle 4397, 1603 Villa Martelli, Buenos
Aires, Argentina. Tel.: 54 11 4709 0031, int. 1139, Fax: 54 11 4709
5911, e-mail: ceitox@dd.com.ar
o postmast@ceitox.edu.ar.
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