El ministro de Defensa brasileño, José Viegas, confirmó anoche la muerte de 16
personas como consecuencia de la explosión de un cohete brasileño lanzador de
satélites en el Centro de Lanzamiento de Alcántara, en el estado de Maranhao
(noreste). Las informaciones iniciales de la Secretaría de Seguridad Pública del
Estados hablaban de 19 muertos y 20 heridos. Según precisó el ministro, citado
por la edición electrónica del diario local Folha de Sao Paulo , «un fallo en el
proceso de arranque habría sido la causa del accidente». Sin embargo, el primer
comunicado del Comando de la Aeronáutica se había limitado a precisar que «no»
había «registros de daños causados a personas o instalaciones fuera del área del
Centro» como consecuencia de la explosión. El cohete VLS (Vehículo de
Lanzamiento de Satélites), de 20 metros de longitud y valorado en 6,5 millones
de dólares, debía poner en órbita dos satélites de comunicaciones el próximo 25
de agosto.
El cohete que hizo explosión ayer era el tercer prototipo que la Agencia
Espacial Brasileña ha perdido en su intento de entrar en el club de países que
se han lanzado la conquista del espacio. La Agencia Espacial Brasileña y la
Fuerza Aérea pretendían lanzar el cohete desde Alcántara, pero en medio de un
cerrado hermetismo oficial, las autoridades vedaron el acceso de la prensa a la
base desde hace varios días, por lo que en los alrededores solamente había
técnicos. El primer VLS fue lanzado en 1997 pero el cohete fue destruido cuando
llevaba 65 segundos de vuelo por problemas técnicos. Lo mismo ocurrió con el
segundo, cuyo lanzamiento fracasó en 1999. La base de Alcántara es, según
científicos, un punto privilegiado para el lanzamiento de cohetes, pues por su
cercanía a la línea del Ecuador, los aparatos necesitan menos combustible para
ponerse en órbita. En el mismo momento en que se produjo el accidente de ayer,
el presidente de la Agencia Espacial Brasileña, Luiz Bevilacqua, daba una rueda
de prensa para explicar los detalles de un acuerdo de asociación con Ucrania.
Brasil y Ucrania negocian los últimos detalles de un acuerdo tecnológico y de
cooperación, que permitirá a ese país, heredero de parte de la tecnología
espacial de la antigua Unión Soviética, usar las instalaciones de Alcántara para
sus lanzamientos.
Referencia:
www.lavozdegalicia.es
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