Un chico jugaba colgado de un arco, se le cayó encima y lo mató

Joaquín Calzada, de 11 años, estaba con unos amigos en una canchita de fútbol cuando se agarró del travesaño para balancearse. Con el envión se fue hacia atrás, el arco se le vino encima y lo mató.

Eran las cinco y media de la tarde y Joaquín Calzada, de 11 años, estaba peloteando con unos amigos, en uno de los arcos de la canchita de fútbol del Sportivo Burzaco. Hacían tiempo. Cómo sólo juntaban seis, esperaban que llegara alguno más para arrancar el partido. De repente, Joaquín salió corriendo hacia el otro arco, se colgó del travesaño y empezó a balancearse. Lo hizo un par de veces hasta que se cayó, pegó con la cabeza en el piso y quedó inconsciente. El arco se le vino encima, con tanta mala suerte que le pegó en la cabeza. Aunque a los pocos minutos lo llevaron al hospital, el nene murió.

«Cuando vino la ambulancia, el chico tenía algunos signos vitales. Por eso lo llevaron de urgencia al hospital Lucio Meléndez (queda a unas cuadras del club). Pero antes de llegar ahí, ya estaba muerto», contó a Clarín el capitán Adrián Cisterna, titular de la Comisaría del partido de Almirante Brown, que intervino en el caso.

El Sportivo Burzaco, ubicado en Moreno 583, es un típico club de barrio. Los chicos de la zona van a jugar habitualmente, aunque no sean socios. Ayer, tras la tragedia, cerraron las instalaciones. Cerca de las 20, en la puerta, sólo se veía un grupo de unas 10 personas. Nadie quiso hablar sobre la muerte de Joaquín. «No pensamos dar ninguna información. Remítanse a la comisaría», dijo un hombre, bastante grandote, de unos 40 años. Desde una de las ventanas, podía verse una canchita de fútbol. Hacía unos minutos, la Policía se había retirado del lugar.

En la comisaría contaron a este diario que recibieron un llamado cerca de las 18.15, avisando sobre el accidente. También señalaron que el arco, «de fundición, metálico y con una red, estaba apoyado en el piso ¿como los de hóckey¿. No estaba empotrado. Pero realmente fue un accidente con mucha mala suerte, porque el nene se desmayó apenas cayó y no pudo correrse. Además, el arco le podría haber pegado en otro lugar y no hubiera pasado esto». En el hospital Meléndez no quisieron hacer declaraciones. El relato de cómo ocurrió el accidente lo reconstruyeron en la comisaría según lo que contaron los chicos que jugaban con Joaquín.

Por el tipo de accidente, la tragedia de ayer recuerda a los casos de Marcela Iglesias, que murió aplastada por una estatua en 1996 en el Paseo de la Infanta, y al de Brisa Vallejos, muerta en un pelotero (ver antecedentes).

El cuerpo del chico seguía anoche en la morgue judicial de Lomas de Zamora. Allí le realizarán una autopsia. En el caso interviene la UFI Nº 8 del mismo partido, a cargo del doctor Ferrari. También, el Juzgado Nº 2 de menores. Entre otras cosas, buscarán determinar si hubo responsabilidad del club por el mantenimiento de las instalaciones. Aunque este tipo de arcos, remarcaron en la Policía, es muy común en las canchitas de papi fútbol.

Nora Sánchez.
nsanchez@clarin.com

Fuente: www.clarin.com

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